El teatro Dubrovka de Moscú reabrió ayer simbólicamente sus puertas tras el ataque terrorista de octubre, mientras las víctimas de la tragedia reclaman compensaciones por su secuestro y polémico rescate. Representantes del ayuntamiento inauguraron la sede remodelada del teatro e izaron una bandera con el emblema del musical Nord-Ost, en medio de cuya función irrumpieron en la sala los terroristas chechenos. La primera función del musical, varios de cuyos actores murieron en el asalto, será el 8 de febrero. Las entradas ya están casi agotadas. |