El objetivo es evitar que los más pobres se vean afectados Advirtió que empuñará las armas para defender la revolución bolivariana
27 ene 2003 . Actualizado a las 06:00 h.Hugo Chávez anunció ayer la puesta en marcha de un sistema de control de precios en Venezuela para impedir que el ya anunciado control de cambio afecte a los más pobres, al tiempo que advirtió sobre la posibilidad de empuñar las armas para defender la revolución bolivariana. Mientras, el bloque opositor sigue clamando en la calle por la renuncia del presidente y se prepara para centrarse en la recogida de firmas que posibiliten el cambio de Gobierno dentro del marco de la Constitución. En el Foro Social Mundial de Porto Alegre, Chávez aseguró que, aunque «guardé ese fusil, no quiero tomarlo nunca más, allá lo tengo guardado» para defender la revolución pacífica que comanda. «Si las oligarquías del continente no entienden que los cambios son inevitables y que mejor es que lo hagamos en paz, pues de las fuerzas telúricas de este continente comenzarían a brotar, como dijo una vez Ernesto Guevara, los gritos de combate y las ráfagas de ametralladora». Tras casi dos meses de huelga, el Gobierno no ha podido normalizar la distribución de gasolina y alimentos. Con las escuelas privadas cerradas y un elevado número de bancos trabajando a media jornada, muchos venezolanos comenzaron a retirar fondos masivamente, y el Gobierno ordenó un control de cambios para evitar la fuga de divisas. Chávez adelantó en Porto Alegre que, además del control de precios, estudiará la aplicación de un impuesto a las operaciones bancarias y a los capitales especulativos. Como la lepra El ministro de la Producción y el Comercio, Ramón Rosales, reconoció ayer que «el control de cambio es como una lepra, nadie quiere tenerla», pero debieron aplicarlo para restringir la venta de divisas. Justificó el control de los precios como una manera de «atenuar el efecto devastador de la inflación sobre la población de menos recursos» y añadió que no aumentarán los precios de productos básicos, como leche, carne, harina, arroz, pastas, pan, y alimentos infantiles.