Kirchner logra que Alemania interceda por Argentina ante el FMI para renegociar su deuda
INTERNACIONAL
Londres, Bruselas, París y, como colofón, Madrid. El Tango 01, el avión del presidente argentino, Néstor Kirchner, si algo está haciendo en Europa son escalas, que en buena medida reflejan el interés que tiene el nuevo inquilino de la Casa Rosada en conocer personalmente a los principales líderes europeos. Ayer tocó tierra en la capital comunitaria, donde invocó el decidido apoyo de la Unión Europea (UE) para su programa de reformas a fin de que Argentina pueda superar la crisis más grave de toda su historia. El Pingüino El Pingüino, apelativo que maneja la prensa europea para referirse al origen patagónico de Kirchner, almorzó ayer con el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi. Le valió para constatar la «firme voluntad» de Bruselas, dijo, para consolidar acuerdos internacionales tanto con el Fondo Monetario Internacional (FMI) como en el ámbito comercial, que permitan la «plena viabilidad» del país austral. Acompañado por su esposa, la senadora Cristina Fernández, así como por su ministro de Economía, Roberto Lavagna -hombre muy bien considerado en Bruselas, donde ejerció de embajador-, Kirchner también se entrevistó con la vicepresidenta de la Comisión, Loyola de Palacio, y con el responsable de Comercio, Pascal Lamy. El empecinamiento del argentino comenzó a dar frutos, que sobre todo se tradujeron en gestos de la UE para apoyar una renegociación de la deuda externa del país. Si Prodi se comprometió a apoyar «todas las gestiones de Argentina ante el FMI y otros organismos», Berlín fue más allá, pues el canciller Gerhard Schröder -quien se entrevistó con Kirchner en Londres- se mostró dispuesto a interceder ante el presidente del FMI, casualmente su ex ministro Horst Köhler, para que Buenos Aires pueda renegociar su deuda. Tras su reunión de Bruselas, el Tango 01 despegó rumbo a París, donde el Pingüino tinene previsto invocar el apoyo de Jacques Chirac.