La guerrilla libanesa entregará a un empresario cautivo y los cadáveres de tres soldados Ana Palacio dice en Jerusalén que el muro de Cisjordania «es contrario al Estado de Derecho»
09 nov 2003 . Actualizado a las 06:00 h.El gobierno israelí aprobó ayer llevar a cabo un intercambio de prisioneros con la organización chií libanesa de Hezbolá tras un debate que se prolongó durante ocho horas. Doce ministros votaron a favor y once en contra. La operación prevé que Hezbola devuelva a Israel a un coronel de la reserva, Elhanan Tanenbaum, que capturó en octubre de 2000 y que sigue vivo, y los cadáveres de tres soldados que capturó en el sur de Líbano en las mismas fechas. A cambio Israel se compromete a liberar a 400 palestinos «que no tienen las manos manchadas de sangre» y a un grupo de presos libaneses, sudaneses, sirios, marroquíes y libios, algunos de los cuales han pasado más de una década en la cárcel sin ser juzgados. Antes de votar los ministros escucharon el análisis de los jefes de los servicios secretos para el interior, Shin Bet, y para el exterior, Mosad, y ambos se pronunciaron en contra de la transacción porque, dijeron, «se interpretará como una señal de debilidad por parte de Israel». La operación incluye otros puntos. Así, Israel entregará los planos de los campos de minas que dejó en el sur de Líbano durante su larga permanencia en la zona, y que han causado hasta la fecha un gran número de muertos y de mutilados. Existe, sin embargo, un problema que podría dar al traste con la operación y es que el primer ministro Ariel Sharon dijo al gabinete que en el paquete de presos a liberar no se encuentra Samir Kantar, un libanés que cometió un atentado en Israel que causó tres muertos y fue condenado en 1980, en plena invasión israelí de Líbano, a 542 años de prisión. El líder de Hezbolá, Hasan Nasrallah, ha declarado repetidamente que si Israel no pone en libertad a Samir Kantar no habrá transacción. El acuerdo por lo tanto todavía no se ha cerrado. Por otro lado, la ministra de Asuntos Exteriores española, Ana Palacio, declaró ayer en Jerusalén que el muro de separación que Israel está construyendo a lo largo de 650 kilómetros en Cisjordania «es contrario a las reglas del Estado de Derecho».