Un fallo informático colapsa durante horas los vuelos en el Reino Unido

Manuel Allende CORRESPONSAL | LONDRES

INTERNACIONAL

ODD ANDERSEN

España, con 178 aviones demorados, fue uno de los países más perjudicados La avería ocurrió en el centro de control del tráfico al probar una nueva versión del procesador de datos

03 jun 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

Un fallo informático en el principal centro de control del tráfico aéreo del Reino Unido obligó ayer a que cientos de aviones tuvieran que permanecer en tierra durante varias horas. Uno de los países más perjudicados fue España, con 178 vuelos afectados por un retraso de 45 minutos de media. La caída informática, que duró poco más de una hora, es el último incidente que ocurre en el centro de control que utiliza el Servicio Nacional de Tráfico Aéreo (NATS), inaugurado sólo hace dos años con un coste de unos 900 millones de euros. La normalidad no llegó a los aeropuertos británicos hasta pasadas las tres de la tarde, las cuatro en España. Los más afectados por su volumen de vuelos fueron los de Heathrow y Gatwick en Londres, y el de Manchester, y en España los de Madrid, Barcelona y Málaga. El vuelo diario de Santiago a Londres tuvo un retraso de veinte minutos, si bien fuentes consultadas lo atribuyeron a la rotación de aviones en Madrid y no a la avería en la capital inglesa. Richard Everitt, director general del NATS, indicó que los vuelos fueron retrasados no por temor a su seguridad sino para que los controladores aéreos pudieran dar prioridad a los aviones en el aire y evitar complicar aún más la situación. La avería ocurrió sobre las cinco de la madrugada, al poco de que se operara una versión actualizada del complejo sistema procesador de datos. «Ahora que se ha vuelto casi la a normalidad», indicó Everitt ya por la tarde, «nuestra labor será la de investigar a qué se debió la avería, pero repito que la principal preocupación fue la de mantener la seguridad de los aviones en el aire, motivo por el que retrasamos los otros». El NATS, que tiene previsto invertir otros 1.500 millones de euros en los próximos ocho años en el sistema de control, ha sido criticado por expertos informáticos por probar el modelo actualizado en un sistema operativo y no en un simulacro. El software usado en el control aéreo tiene más de treinta años, aunque el hardware apenas tiene dos años.