Carter advierte que el fraude electoral planea de nuevo sobre Florida
INTERNACIONAL
Considera que siguen sin existir las condiciones necesarias para el desarrollo de unas elecciones justas Acusa a los funcionarios de partidistas por su relación con la familia Bush
27 sep 2004 . Actualizado a las 07:00 h.Jimmy Carter, ex presidente demócrata de Estados Unidos, lanzó ayer la voz de alarma respecto a la posibilidad de fraude electoral en Florida durante las presidenciales del próximo 2 de noviembre. «El hecho perturbador es que ahora parece posible una repetición de los problemas del 2000, incluso mientras otras naciones realizan elecciones con una certificación internacional de su transparencia, honestidad y limpieza», afirma Carter en un artículo de opinión publicado ayer por el diario The Washington Post . El Nobel de la Paz y director del Centro Carter, que ha trabajado como observador en procesos electorales de países en vías de desarrollo, expresa su preocupación ante la parcialidad de los responsables electorales de Florida, abiertamente pro Bush, y ante la falta de cambios drásticos en los procedimientos técnicos de las votaciones. «Algunos procedimientos internacionales básicos para unas elecciones justas no se cumplen en Florida», advierte en su artículo, donde además afirma que es especialmente preocupante que eso ocurra en un país como EE.?UU., «cuando los norteamericanos nos mostramos orgullosos de ser un ejemplo de pura democracia». Puntos sin cumplir Florida fue en el 2000 el centro de una debacle electoral que finalmente fue resuelta por el Tribunal Supremo, que le otorgó la victoria electoral a George W. Bush tras paralizar el recuento de votos. Jimmy Carter recuerda que tanto él como el ex presidente Gerald Ford encabezaron una comisión encargada de proponer cambios en el sistema electoral norteamericano, pero advierte que «la mayoría de sus puntos no se han puesto en marcha por falta de fondos o disputas políticas». En ese sentido Carter denuncia que no se haya creado una comisión independiente para supervisar el proceso electoral. «Los funcionarios han probado ser altamente partidistas, violando sin pudor la necesidad básica de confianza e imparcialidad», dice apuntando con el dedo a Glenda Hood, la máxima responsable de las elecciones de Florida, que muestra «la misma inclinación fuerte» por el presidente Bush que su antecesora, Katherine Harris, quien copresidía en el 2000 el comité de la campaña republicana en ese estado. Además, denuncia que no se vaya a utilizar en Florida tecnología que garantizaría la claridad en el recuento de votos que se ha utilizado en otros países y expresa su preocupación ante la falta de voluntad política por abordar ciertos cambios. «Es obvio que en el 2000 no se cumplieron las normas básicas en Florida pero hay signos preocupantes de que, una vez más, mientras nos preparamos para una elección presidencial, los principales responsables de ese estado mantienen fuertes sesgos políticos que impiden las reformas necesarias», afirma en clara referencia a Jeb Bush, hermano del actual presidente y gobernador del estado.