Bush se lanza a la caza de Al Zarqawi como gancho electoral

La Voz

INTERNACIONAL

THAIER AL SUDANI

Putin opina que los terroristas buscan impedir la reelección del presidente republicano Hace días, la Casa Blanca dejó entrever que posponía el duro asedio a Faluya.

18 oct 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

La Administración estadounidense ha decidido lanzar una nueva ofensiva sobre la ciudad de Faluya cuando faltan dos semanas para los comicios presidenciales con el objetivo de poder vender entre el electorado la detención del líder terrorista Abu Musab al Zarqaui como una victoria bélica. La semana pasada, la Casa Blanca había dejado entrever que los combates se aplazarían hasta después de las elecciones, lo que fue interpretado como un intento de evitar que una nueva sangría de bajas entre las tropas estadounidenses perjudicase las posibilidades electorales de George W. Bush. Pero en los últimos días, el candidato demócrata, John Kerry, ha intensificado sus críticas al modo en que el Gobierno está gestionando la posguerra iraquí, mientras Osama Bin Laden, que es a quien se debería perseguir, según el aspirante a la presidencia, se encuentra en paradero desconocido. Golpe de efecto Mientras tanto, continúan los rumores de que la Administración estadounidense podría tener localizado a Bin Laden para detenerlo y darle la puntilla a las posibilidades electorales de los demócratas pocos días antes de los comicios. La propia Teresa Kerry alertó hace unos días en una entrevista a la CNN que no le extrañaría que el terrorista saudí estuviera ya arrestado y escondido en algún lugar del planeta. Bush recibió ayer un espaldarazo del presidente ruso, Vladimir Putin, al declarar que el «objetivo de los terroristas en Irak es impedir» su reelección, por lo que un fracaso en los comicios de noviembre sería una victoria para ellos. «Cualquier observador objetivo comprende que los ataques de las organizaciones terroristas internacionales en Irak, en las circunstancias actuales, tienen como objetivo no tanto la coalición internacional sino al presidente Bush», dijo Putin en Dushambé durante una visita a Tayikistán. «Los terroristas internacionales pretenden causar los máximos daños a Bush e impedir su reelección para un segundo mandato», dijo. «Si lo logran, celebrarán una victoria, una victoria táctica, sobre Estados Unidos y la coalición», agregó. Aunque recordó que discrepó y sigue discrepando de Bush sobre Irak, a cuya invasión Rusia se opuso junto a Alemania y Francia, Putin se negó a decir cuál es el candidato preferido por el Kremlin en las elecciones del 2 de noviembre. Los analistas insisten en que el Kremlin prefiere que gane Bush porque las relaciones con las administraciones de presidentes demócratas como Jimmy Carter (1977-1981) y Bill Clinton (1993-2001) no fueron fáciles, Kerry ha sido un severo crítico de la forma en que Putin conduce el Gobierno, y las ofensivas del republicano en Afganistán e Irak le permiten a Moscú justificar su política de «mano dura» en la separatista Chechenia. George W. Bush, en cambio, se refiere a Putin como Vladimir y dice que tienen una «buena relación».