La Conferencia sobre Irak termina sin poner fecha al final de la ocupación
INTERNACIONAL
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Escepticismo árabe sobre la posibilidad de que las elecciones se celebren en la fecha prevista Washington se salió con la suya y la declaración final no condenó la violencia contra los civiles
23 nov 2004 . Actualizado a las 06:00 h.La Conferencia Internacional sobre Irak concluyó ayer con una declaración de compromiso que apoyó la transición política y las elecciones en Irak, y evitó los temas conflictivos como el plazo para la salida de las tropas extranjeras. Los 19 ministros de Exteriores y cinco altos representantes de organizaciones internacionales y regionales firmaron un documento que satisfizo al Gobierno iraquí, que de algún modo vio como el mundo reconocía su política, pese a que no ha desaparecido la división abierta desde la invasión de Irak. «Hemos celebrado una reunión muy exitosa que ha servirá para impulsar la transición política de Irak y el proceso electoral», dijo el ministro iraquí de Asuntos Exteriores, Hoshiyar Zebari. La primera muestra de no beligerancia la ofreció el ministro galo de Asuntos Exteriores, Michel Bernier, al asegurar ante el plenario que Francia había ido a Sharm el Sheij con el propósito de evitar la confrontación y respaldar la transición iraquí, como deseaba EE.UU. El Gobierno de París había batallado en las semanas previas, con el apoyo de Irán, para que el documento final incluyese una cláusula que fijara una fecha definitiva para la retirada de las tropas extranjeras de Irak. EE.UU. consiguió, sin embargo, imponer su criterio y que sólo se hiciera referencia a la resolución 1546, que subraya el carácter temporal de la presencia militar extranjera en Irak y la condiciona al logro de la estabilización democrática en el país. Condena parcial Washington también ganó el pulso al evitar la condena a todo tipo de violencia contra civiles, y lograr que la declaración únicamente condenara los asesinatos y el secuestro de periodistas, cooperantes, diplomáticos y contratistas extranjeros. EE.UU. y el Gobierno interino también expresaron su satisfacción por la redacción del punto que insta a los países limítrofes a colaborar y que condena el tránsito de terroristas, la financiación y el tráfico de armas a través de fronteras como la de Siria e Irán. En este sentido, el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, destacó «las intensas negociaciones» mantenidas con su colega sirio, Faruk Chara. «Sabemos que Siria ha realizado algunos progresos, pero también que puede hacer mucho más» para ayudar a reducir la violencia, dijo Powell. En cuanto a las elecciones, anunciadas para el 30 de enero, el optimismo norteamericano e iraquí no logró ocultar las dudas de algunos países árabes, y de la Liga Arabe, que expresaron su temor a que la premura evite que todos los partidos y grupos puedan sumarse al proceso. El ministro jordano de Asuntos Exteriores, Hani Mulki, subrayó que si el 13 de enero el proceso electoral no está preparado, los comicios deberán posponerse algunas semanas e incluso meses. Zebari respondió, sin embargo, que las elecciones se mantendrán en la fecha establecida por la Comisión Independiente. Con este objetivo, EE.UU. y el Ejecutivo iraquí subrayaron que se intentará una reconciliación nacional que permita sumar el mayor número de grupos a los comicios.