Rice apuesta por la diplomacia pero advierte al «eje del mal»

Oscar Santamaría CORRESPONSAL | NUEVA YORK

INTERNACIONAL

La futura secretaria de Estado aboga por extender la democracia en Oriente Medio Cuba, Bielorrusia, Zimbabue y Birmania, en la mira de EE.UU.

18 ene 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

Condoleezza Rice dibujó ayer una línea continuista en la política exterior estadounidense, con Irak, Irán y Corea del Norte como principales preocupaciones, aunque prometió privilegiar el diálogo y el multilateralismo. «Ha llegado la hora de la diplomacia», dijo la actual consejera Nacional de Seguridad ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado que deberá dar su visto bueno para que reemplace a Colin Powell como secretaria de Estado estadounidense. La ratificación de Rice se da por hecha. Durante la maratoniana sesión, Rice, de 50 años, intentó neutralizar las críticas que en los últimos cuatro años han acusado a la Casa Blanca de actuar al margen de la comunidad internacional. «Nuestra relación con el resto del mundo debe ser un diálogo no un monólogo», reiteró Rice, que será la primera afroamericana en ocupar este puesto y la segunda mujer tras Madeleine Albright. Antes de contestar las preguntas de los senadores -que se centraron en su estrategia en la lucha contra el terrorismo e Irak y destacaron las maltrechas relaciones de Estados Unidos con algunos países-, quiso dejar claro que las acciones emprendidas por la Administración Bush tras los atentados del 11-S, incluyendo la guerra en Afganistán e Irak, fueron «difíciles, necesarias y correctas». Añadió que desde su puesto seguirá trabajando por «fortalecer la democracia y promover la libertad en el mundo». Sin fecha de salida Sobre la situación en Irak, indicó que se han producido avances pero que aún queda mucho trabajo por hacer. En este punto, eludió fijar un plazo para la futura salida de las tropas estadounidenses del país árabe y dijo que los esfuerzos de la Casa Blanca se centran ahora en las elecciones del próximo 30 de enero. Rice defendió la postura de Washington en el proceso de paz en Oriente Medio con el objetivo de extender los valores de la democracia en la región para debilitar a los movimientos islámicos extremistas. Respecto a Irán y Corea del Norte, insistió en la necesidad de que abandonen sus ambiciones nucleares y «opten por el camino de la paz». La alta funcionaria también se mostró preocupada por la política del presidente venezolano Hugo Chávez y su acercamiento a Cuba. Respecto a China confió en poder seguir consolidando una relación «constructiva y cooperante». Rice se mostró sumamente preocupada por lo que llamó «otros centros de tiranía» como Bielorrusia, Zimbabue y Birmania.