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El IRA, de «ejército» protector a mafia por una pelea en un pub

Imanol Allende CORRESPONSAL | LONDRES

INTERNACIONAL

28 feb 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

«¿Quién será el próximo?» así rezaba la pancarta que llevaba el domingo la familia McCartney por la calle Short Strand en el feudo católico del este de Belfast. El IRA siempre ha sido el «ejército» protector del pequeño enclave de unos 3.000 católicos rodeado por unos 60.000 protestantes. Pero desde el domingo, cuando unas 1.000 personas protestaron por el asesinato de Robert McCarney hace un mes durante una discusión en un pub, supuestamente por miembros del IRA, la confianza en el «ejército» ha comenzado a desinflarse. El grupo que es apodado cariñosamente por los católicos como Ra , era calificado anteayer como Rafia (mafia) por los manifestantes, que recordaban que las mentiras que ha dicho el IRA -asegura que no tiene nada que ver con el asesinato del camionero católico- son como las mentiras que solía decir el Ejército británico sobre el Bloody Sunday (domingo sangriento). A pesar de que el Sinn Féin ha pedido a los testigos (aún no ha testificado ninguno de los más de 70 por miedo a las represalias del IRA) que fueran a declarar a la policía y a pesar de que el grupo terrorista anunciara la expulsión de la organización de los tres culpables del asesinato, lo ciertos, es que el Ejército Republicano Irlandés ha seguido dando amparo a los asesinos de un católico. Las cinco hermanas de la víctima y su novia (votantes del Sinn Féin) continúan preguntándose por qué lo mataron. «No nos hemos permitido el lujo ni de llorar por la muerte de nuestro hermano, ahora no hay lugar para los sentimientos», indicaba Paula, una de las hermanas. El IRA ha querido ocultar cómo ocurrió el asesinato con una campaña de desprestigio, pero no ha logrado silenciar «la verdad» de la familia. Todo ocurrió en la noche de un domingo de diciembre. Robert McCartney estaba tomando un trago con un amigo, Brendan Devine, en un pub. En el local había varios miembros del IRA que habían asistido por la tarde a unos actos en Derry. Según la familia, un alto cargo del grupo terrorista acusó a McCartney de hacer un gesto rudo a su mujer. Era mentira, pero el amigo se ofreció para pagar una ronda. No fue suficiente. El miembro del IRA le dijo: «¿Sabes quien soy?». La víctima sabía quien era, pero no se disculpó porque no había motivo, con lo que dio comienzo una disputa. Alguien rompió una botella y cortó el cuello de Devine. Los dos amigos lograron salir del pub, pero fueron perseguidos por quince personas, que los alcanzaron, patearon, golpearon con barras de hierro, y acuchillaron por todo el cuerpo. Los asesinos volvieron al pub. Realizaron una «limpieza», incluidos los vídeos del bar, y amenazaron a los testigos: «Nadie ha visto nada, es un asunto del IRA». Nadie llamó a una ambulancia. McCartney murió. Devine sobrevivió. En el Ulster ha nacido un nuevo enemigo de los católicos: el IRA.