El discurso de Koizumi abre la puerta al diálogo con el presidente Hu Pekín protesta por la visita de diputados nipones al santuario de soldados japoneses en Tokio
22 abr 2005 . Actualizado a las 07:00 h.El primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, presentó ayer en Yakarta sus «excusas sinceras» por los «sufrimientos» infligidos por Japón en su pasado imperialista, una declaración que fue recibida con beneplácito por Pekín, en un contexto de gran tensión bilateral. «En el pasado, Japón, a través de su administración y sus agresiones coloniales, ha causado sufrimientos a pueblos de varios países, sobre todo de naciones asiáticas. Japón mira a esos hechos históricos con un espíritu de humildad», declaró Koizumi. «Y, con un sentimiento de profundo remordimiento y excusas sinceras siempre presentes en el espíritu, Japón ha buscado constantemente, desde la Segunda Guerra Mundial, no ser una potencia política sino una potencia económica y resolver todos los problemas por una vía pacífica y no por la fuerza», añadió. El dirigente japonés habló ante unos 50 jefes de Estado asiáticos y africanos y al secretario general de la ONU, Kofi Annan, en la cumbre África-Asia para conmemorar el cincuentenario de la Conferencia de Bandung (origen del Movimiento de los Países No Alineados en el mundo). Japón desea obtener un puesto de miembro permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, lo que irrita a China. Pekín celebró el discurso de Koizumi. «Al mirar sesenta años atrás los grandes abusos que (Japón) cometió en los países asiáticos, entre ellos China, saludamos la actitud de Koizumi», declaró Kong Quan, portavoz de la diplomacia china. Las dos delegaciones trabajaron para organizar una reunión para hoy en Yakarta entre el presidente chino, Hu Jintao, y Koizumi, quienes ayer ni se saludaron. Las relaciones chino-japonesas están en el peor momento de los últimos treinta años. En las últimas semanas, en China hubo violentas manifestaciones, después de que Pekín acusase a Tokio de minimizar las atrocidades cometidas por las tropas japonesas durante la Segunda Guerra Mundial. En su discurso, al igual que Koizumi, Hu no hizo ninguna alusión a la actual tensión, insistiendo en el pacifismo de su país, primer socio comercial de Japón. Las excusas de Koizumi no impidieron que China protestara «enérgicamente» contra el peregrinaje efectuado ayer por parlamentarios japoneses al santuario patriótico de Yasukuni, en Tokio, en homenaje a los soldados nipones muertos en la Segunda Guerra Mundial. El primer ministro de Corea del Sur, Lee Hae-Chan, acusó por su parte a Japón de «pervertir la Historia», dudando de la sinceridad de su remordimiento. La tensión chino-nipona ensombreció los otros temas pervistos para la cumbre de Yakarta.