Irak critica el violento rescate de los dos soldados británicos en Basora

La Voz AGENCIAS | BASORA

INTERNACIONAL

Los blindados del Reino Unido derribaron los muros de una prisión y aplastaron varios coches El general al mando ordenó el asalto por temor a que fueran entregados a los milicianos de Al Sadr.

20 sep 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

Irak criticó ayer la violenta operación de rescate de dos soldados por parte del Ejército británico en Basora y anunció la apertura de una investigación para esclarecer el incidente. Haider Ebadi, portavoz del primer ministro iraquí, Ibrahim al Yafari, advirtió de que acciones de esas características lo único que consiguen es propagar la hostilidad entre el pueblo iraquí y minar la imagen de la democracia. «Es una decisión desafortunada que se emplee ese tipo de métodos para tratar de rescatar a sus hombres», dijo Ebadi en una rueda de prensa en Bagdad. El lunes, tropas británicas utilizaron un vehículo armado para asaltar una cárcel iraquí y rescatar a los dos soldados, que pertenecían a la unidad de fuerzas especiales SAS y trabajaban encubiertos. «Desde un primer momento tuve una buena razón para creer que la vida de dos soldados estaba en riesgo», dijo el brigadier John Lorimer, comandante británico en Basora, en un comunicado. Lorimer agregó que su preocupación por los dos hombres aumentó después de recibir información de que habían sido entregados a «elementos militantes», en referencia a la milicia del Ejército del Mahdi, liderada por el clérigo radical Moqtada al Sadr. Un vehículo armado rompió el lunes la pared perimetral de la cárcel en la estación policial de Basora y aplastó varios vehículos a su paso. Cuando se descubrió que los dos soldados clandestinos no estaban allí, las tropas los rescataron de una casa cercana, dijo Lorimer. El rescate sucedió después de un enfrentamiento en Basora, que comenzó, según la policía y funcionarios locales, cuando dos hombres dispararon a una patrulla policial, dejando al menos a dos iraquíes muertos. La dura respuesta británica tensionará aún más los lazos entre los iraquíes y las tropas británicas, quienes habían mantenido relativamente buenas relaciones con la población chií en Basora al buscar una política de seguridad de bajo perfil, al revés de sus aliados de Estados Unidos. Este hecho también podría reforzar la popularidad de Al Sadr, cuyos seguidores en Basora se oponen firmemente a la presencia de tropas extranjeras en Irak.