El megajuicio contra el máximo líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, y otros once miembros de la cúpula de la organización maoísta comenzó ayer en Lima en medio de fuertes medidas de seguridad y una gran expectación. La acusación pedirá cadena perpetua y una reparación civil de 909 millones de dólares para Guzmán, alias presidente Gonzalo y camarada Gonzalo , así como para el resto de los acusados,. El líder de Sendero, organización que según la Comisión de la Verdad y la Reconciliación causó más de la mitad de los casi 70.000 muertos de la guerra interna ocurrida en Perú entre 1980 y el 2000, es juzgado por el delito de terrorismo en agravio del Estado y homicidio calificado. El abogado del máximo dirigente de la banda terrorista, Manuel Fajardo, adelantó que el proceso «será largo y tedioso» y agregó que la defensa de su cliente se basará en los errores procesales registrados desde el momento de su detención, el 12 de septiembre de 1992. Tercer juicio Y es que ésta será la tercera vez que el máximo dirigente de Sendero se sienta en el banquillo de los acusados después de que se celebrara un primer juicio militar durante el Gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000) y las sentencias fueran anuladas por el Tribunal Constitucional en el 2003. La segunda ocasión fue en noviembre del 2004, cuando se decidió suspender el proceso por la vía civil a causa de fuertes discrepancias entre los magistrados. Guzmán apareció tranquilo y con buen estado de ánimo en la sala de la base naval del Callao, donde es juzgado y en cuya cárcel ocupa una celda de máxima seguridad. El camarada Gonzalo , con gafas y vestido con cazadora negra, se sentó al lado de Osman Morote, el número tres de la organización y con quien sonrío y conversó. También se encontraba en la sala su compañera sentimental y número dos del comité central, Elena Iparraguirre, acusada de los mismos delitos y quien también presentaba un aspecto tranquilo. La prensa sólo ha podido acceder a la sala con «papel y bolígrafo», sin teléfonos móviles, cámaras fotográficas y de televisión y sin grabadoras. De acuerdo al atestado policial, el presidente Gonzalo fue el autor intelectual de cada uno de los atentados y masacres cometidos por Sendero Luminoso, ya que él mismo autorizó todas las acciones de la banda. La acusación responsabiliza a la cúpula del grupo, entre otras acciones, de la matanza de 1983 en Lucanamarca (Ayacucho), donde murieron 69 campesinos, entre ellos 20 años. .