La CIA afirma que no tortura, sino que usa métodos «innovadores»

Óscar Santamaría CORRESPONSAL | NUEVA YORK

INTERNACIONAL

21 nov 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

La polémica sobre las torturas sigue coleando en Estados Unidos. Mientras el director de la CIA afirmó con rotundidad que esta entidad no la práctica, un ex ayudante del ex secretario de Estado Colin Powell responsabilizó al vicepresidente Dick Cheney de abrir la puerta a su utilización en los interrogatorios a sospechosos de terrorismo. «La CIA no tortura. La tortura no da resultados», dijo su director Porter Goss en una entrevista al diario USA Today publicada ayer. Sí señaló que para obtener información vital de los detenidos se emplean métodos «únicos e innovadores», eso sí, todos legales. Goss, que no quiso especificar dichas técnicas, tampoco se pronunció sobre las informaciones que afirman la existencia de una red de centros de detención clandestinos que la CIA tendría en Europa. Sobre la propuesta de ley impulsada por el senador republicano John McCain -en la que se prohíbe el trato cruel, degradante o inhumano a los prisioneros calificados como «combatientes enemigos»-, el director de las CIA advirtió que algunas de las técnicas que de aprobarse finalmente esa ley quedarían prohibidas han permitido hasta ahora obtener valiosa información en el combate al terrorismo. Además, dijo que es importante que EE.?UU. tenga «flexibilidad» en tratar a los sospechosos de terrorismo en otros países. «Un enemigo que se organiza en una red amorfa que no se tiene que preocupar por un puñado de normas o el respeto a la ley tiene una enorme ventaja sobre una organización burocrática y lenta (en referencia a la CIA)», explicó Goss. Un día antes, el coronel retirado Larry Wilkerson, ex jefe de gabinete de Powell -que sirvió como secretario de Estado en el primer Gobierno de George W. Bush-, afirmó en televisión que Cheney ofreció «la orientación filosófica y la flexibilidad» que llevó a practicar la tortura a los presos bajo custodia estadounidense. «No tengo ninguna duda de que lo hicimos (torturar). No tengo ninguna duda de que podemos seguir haciéndolo», señaló el ex funcionario. Wilkerson dijo que dichas órdenes salieron de la oficina de Cheney y que fue el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, quien las llevó a cabo. Señaló que no sabe si Bush estuvo al corriente. «Voté por él dos veces. Prefiero pensar que él no sabía nada», indicó.