Crónica | Cinco días de angustia El Papa se unió ayer a las voces que reclaman la liberación?del pequeño, de 18 meses, que fue raptado el pasado jueves cerca de Parma. Hasta ahora nadie ha pedido rescate
07 mar 2006 . Actualizado a las 06:00 h.Han pasado ya cinco días y nada se sabe del pequeño Tommaso Onofri, que el lunes cumplió 18 meses. Su secuestro cerca de Parma ha conmocionado a toda Italia. Ayer, al desesperado llamamiento de la familia se unió el del papa Benedicto XVI, quien ha mandado un telegrama al obispo de Parma exigiendo la liberación «inmediatamente y sin condiciones». Ya el día anterior sus dos hermanos, de 8 y 16 años, habían escrito una emocionada carta para darle ánimos, al igual que hicieron varios famosos, entre ellos Eros Ramazzotti desde el festival de San Remo. El bebé sufre epilepsia y debe tomar un fármaco dos veces al día. Además, la noche de su secuestro, el pasado día 2, padecía una fuerte bronquitis con fiebre alta. La policía y la fiscala Lucía Musti siguen sin encontrar explicación al secuestro. Varias son las hipótesis que se barajan, pero no hay nada claro sobre el motivo que llevó al secuestro del hijo de una familia modesta, y sin pedir rescate. Se ha hablado de una venganza o de una extorsión relacionada con el trabajo del padre de Tommaso en el Banco Posta, donde se ocupa de la concesión de préstamos. El lunes, la fiscala interrogó a un hombre que dio el nombre de dos personas que le habían ofrecido participar en un secuestro. Es un arrepentido que ha pertenecido a un clan mafioso de Calabria. Ayer, esas dos personas fueron interrogadas, pero nada ha trascendido a la prensa, ya que la fiscala ha pedido el silencio de los medios durante tres días «para poder trabajar con tranquilidad». La familia del niño comentó que entre los secuestradores podría estar una mujer «con manos pequeñas, que hizo una caricia al niño». El lunes por la noche se recibió en el programa televisivo Chi l'ha visto? (¿Quién lo ha visto?) la llamada de un joven que dijo haber encontrado una bolsa con un pañal, una camiseta de niño y un antibiótico. Tras ser analizada por la madre de Tommaso, se ha comprobado que la ropa no pertenece a su hijo.