Polémico comienzo de las obras del memorial del 11-S

Óscar Santamaría CORRESPONSAL | NUEVA YORK

INTERNACIONAL

STAN HONDA

Crónica | La Zona Cero emerge Una cuadrilla de obreros iniciaron la limpieza de la Zona Cero para construir el monumento a las víctimas, con la oposición de familiares que intentan parar en los tribunales el cuestionado plan

13 mar 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

A primera hora de la mañana de ayer, los obreros, apenas una decena, se enfundaron su ropa de trabajo y comenzaron las tareas de limpieza y retirada de escombros. Así, sin el boato y la fanfarria esperados empezaban las obras para construir el monumento de recuerdo a las víctimas del 11-S en la Zona Cero, un proyecto rodeado de polémica y que un grupo de familiares de los casi 3.000 desaparecidos intenta paralizar en los tribunales. «Nosotros somos los primeros interesados en que se construya el memorial, pero queremos que se haga bien, por eso valdrá la pena para nuestros hijos y nietos si hay que esperar un par de años más para verlo acabado», dijo Jimmy McCaffrey, bombero de El Bronx que perdió a varios compañeros y a su hermano en las Torres Gemelas y miembro de la Coalición de Familias del 11-S, que se opone al actual proyecto. Sus razones son logísticas y sentimentales. Consideran que el monumento no es lo suficientemente seguro para los visitantes -en caso de un nuevo ataque- y que no honra como se merecen a las víctimas. ¿Por qué? Pues porque el memorial estará unos metros por debajo del nivel del suelo. «Que sus nombres estén bajo tierra es irrespetuoso», apunta McCaffrey. Para conseguir su objetivo, el pasado viernes presentaron una demanda en los tribunales y desde hace días se manifiestan delante de donde se levantaba el World Trade Center. Su primera victoria, por lo menos simbólica, o al menos así lo consideran desde la Coalición, fue la ausencia de autoridades locales el primer día de las obras, que en esta fase preliminar se limitarán a la retirada de escombros. La primera capa de cemento se echará en un plazo de entre cuatro y ocho semanas. Será entonces cuando el alcalde y el gobernador de Nueva York acudan a la zona para dar el pistoletazo de salida oficial a las obras que harán realidad en el 2009 el diseño bautizado como «Reflejo de ausencias» del arquitecto Michael Arad, elegido ganador hace dos años de entre más de 5.000 proyectos. Con un presupuesto inicial de 500 millones de dólares, consistirá en dos piscinas y una gran cascada. En sus muros estarán grabados los nombres de las víctimas del 11-S y también del atentado registrado en 1993 en el aparcamiento de una de las Torres. Stefan Pryor, presidente de la Corporación para el Desarrollo del Bajo Manhattan, la agencia encargada de la reconstrucción de la Zona Cero, restó importancia a las críticas.