EE.UU. asegura que la carta de Irán no resuelve la crisis nuclear

Óscar Santamaría CORRESPONSAL | NUEVA YORK

INTERNACIONAL

Bush insiste en que la vía diplomática es la primera para dirimir el conflicto atómico Ahmadineyad alude en su texto a que es necesaria la vuelta a la «enseñanza de los divinos profetas».

09 may 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

Después de digerir la sorpresa por el envío de una carta del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, a su homólogo estadounidense, la Casa Blanca optó por ignorarla y restarle importancia a su contenido, que poco tiene que ver con el conflicto nuclear que le enfrenta con parte de la comunidad internacional. La misiva fue considerada como un intento de Teherán por distraer la atención. George W. Bush insistió, una vez más, que la diplomacia es la primera opción para solucionar este asunto, pero la Casa Blanca dejó claro que no responderá a la misiva de manera oficial. «La primera y más importante opción es la diplomacia, en el corto plazo...», señaló Bush desde Florida, quien eludió pronunciarse sobre la posibilidad de imponer sanciones a Teherán. «Es muy importante para los buenos negociadores tener sus cartas pegadas al pecho y en el momento apropiado dejar claro cuáles son sus intenciones», añadió. Horas antes, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, señaló que en el texto no hay «un compromiso ni nada parecido sobre el tema nuclear». «No se refiere a los asuntos que estamos tratando de una manera concreta en la comunidad internacional: el programa nuclear y el terrorismo», añadió sobre esta primera misiva enviada por un líder iraní a un presidente estadounidense desde que rompieron relaciones diplomáticas en 1979. Referencias En la carta sólo hay una vaga alusión al pulso nuclear cuando Ahmadineyad se pregunta por qué todo logro tecnológico y científico en Oriente Medio se presenta como una amenaza a Israel. El resto se limita a señalar cómo la democracia al estilo occidental ha fracasado en el mundo y pide la vuelta a la «enseñanzas de los profetas» y los principios religiosos. Rice indicó que en la carta de 18 páginas «no hay nada que sugiera que estemos en una posición diferente a la que teníamos antes de recibirla, ni nada que incite a retomar el diálogo entre los dos países, yo no la veo como una apertura». El expediente sobre el programa nuclear iraní está en el Consejo de Seguridad de la ONU, cuyos cinco miembros permanentes siguen sin ponerse de acuerdo sobre una resolución que pueda abrir la vía a sanciones, como quiere Francia, Reino Unido y Estados Unidos, y a lo que se oponen China y Rusia. De la reunión del lunes de los cancilleres de estos cinco países y el de Alemania no salió ningún acuerdo y en algunos medios se habla de fracaso. Aún así, Estados Unidos, por boca de su embajador ante la ONU, John Bolton, dijo estar preparado para someter a votación una resolución en breve, a sabiendas de que Pekín y Moscú tienen derecho de veto. Por su parte, el viceprimer ministro israelí, Shimon Peres, amenazó de nuevo a Irán de «aniquilamiento» si éste trata, como lo afirmó hace meses su presidente, de «borrar» a Israel del mapa.