El país de los 35.000 gallegos

Javier Herrero SERVICIO ESPECIAL | MÉXICO

INTERNACIONAL

Elecciones en México | Los descendientes de los «pioneiros» El Centro Gallego de México tiene censados a 1.400 socios. Entre ellos no se aprecia para nada el ambiente dividido que se respira en la calle ante los comicios del domingo

28 jun 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

Para llegar al Centro Gallego de la Ciudad de México hay que tomar la línea 9 de metro, que atraviesa la ciudad de este (Pantitlán) a oeste (Tacubaya), bajarse en la estación de Chilpancingo y, tras sortear los puestos de comida callejera que hay junto a la salida, comenzar a caminar por Insurgentes, la avenida infinita. A unas doce manzanas del metro y después de un goteo de calles perpendiculares con nombres de estados mexicanos, se llega a la calle Colima. Allí, en el corazón de la colonia Roma, entre árboles frondosos y mansiones Art-Nouveau, aparece el número 194, uno de los rincones más hermosos a los que la emigración gallega sigue dando vida. Unos 35.000 gallegos viven en México hoy. Desde el siglo XIX hasta el año 1936, oleadas de gallegos fueron llegando a las costas mexicanas, algunos de ellos desde Cuba, en la primera gran emigración gallega hacia México, tal como documentó el investigador ourensano Elixio Villaverde en su libro Pioneiros na corrente do Golfo . Para sus descendientes y para los que siguieron llegando, el Centro Gallego de la capital mexicana (www.centrogallegodemexico.com) es un lugar de refugio y encuentro sosegado. Ubicado en un hermosísimo edificio de estilo afrancesado, amplio y en el que no faltan las estampas de Galicia, el Centro funciona como una asociación civil que se rige por los principios del derecho civil mexicano. «Se tiene constancia de su existencia en 1911», cuenta el doctor Celso Carreiro, nacido en México de padre gallego y madre mexicana, y actual secretario del Centro. Las familias de sus 1.400 socios titulares (el cabeza de familia, casi siempre) y 200 socios honoríficos reciben un abanico enorme de posibilidades para mantener y enriquecer el vínculo con Galicia. Actividades del centro Cuenta con un Cuadro Artístico en el que se aprende la muñeira o a tocar la gaita y que participa todos los años junto a otros centros regionales en el Festival de Música, Coros y Danzas Españoles, para recaudar fondos con destino a la Beneficencia española en México. También hay clases de gallego, charlas de gastronomía, instalaciones informáticas (con wi-fi), un restaurante, presentaciones de libros y todo lo que tenga que ver con la difusión de la cultura gallega. Se dispone de instalaciones deportivas en el sur de la ciudad en las que se juega la liga de fútbol amateur, con partidos dominicales que se convierten en verdaderas jornadas campestres, o torneos de dominó en los que la participación es abrumadora. Como órgano de comunicación interno, edita la revista Anduriña y, además del contacto personal de sus asociados, el Centro envía jóvenes a campamentos de verano en Galicia. Todas estas actividades son posibles gracias al apoyo de la Xunta y a las aportaciones de los socios, que una vez al mes se reúnen con sus familias en una jornada festiva. La principal fiesta es la de la Ramallosa, en abril. Antes era el 25 de julio, pero muchos socios están en Galicia para esas fechas y se decidió adelantarla. Ambiente En el Centro no se siente el ambiente dividido de las elecciones mexicanas. La asociación es apolítica y está abierta a todos sin importar filiaciones. Y si en un pasado lejano hubo diferencias por esto, hoy han desaparecido. Respecto a la situación de los gallegos en México, se cuenta con otro centro en Guadalajara y son pocas las personas que necesitan un apoyo asistencial de la Xunta. Con toda la variedad, al emigrante gallego no le va mal aquí. En palabras del doctor Carreiro, México «ha sido y sigue siendo un país de posibilidades enormes, con un gran potencial, a pesar de todo» y con «la desigualdad y la inseguridad» como principales problemas. En el futuro, tal vez el Centro pueda jugar un papel interesante para apoyar a emprendedores que ven a México y a su cercanía con Estados Unidos como una buena opción a explorar. Mientras, el Centro Gallego continuará con su labor, con la confianza de ser, el lugar de referencia para la comunidad gallega en México, y con las puertas abiertas a los nuevos pioneros.