Carlos Castaño fue asesinado en el 2004, cuando negociaba con el Gobierno, según la fiscalía Vicente Castaño, apodado «el Profe», está en paradero desconocido desde la semana pasada
24 ago 2006 . Actualizado a las 07:00 h.El emblemático fundador de los grupos paramilitares en Colombia, Carlos Castaño, fue asesinado por orden de su hermano Vicente, según la investigación de la fiscalía, cuyas conclusiones se producen dos años después de la misteriosa desaparición del dirigente ultraderechista tras un ataque armado a la hacienda donde se encontraba para negociar con el Gobierno. Un canal de televisión nacional divulgó el testimonio de dos hombres que, en aquel momento, eran conductores de la facción de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) que mató a Carlos Castaño el 16 de abril del 2004. Según narran los testigos, un comandante apodado Monoleche lideró la operación en la que varias camionetas cercaron la remota finca donde se encontraba Carlos, que por aquel entonces no dormía dos veces en el mismo sitio. A partir de ahí se desencadenó un tiroteo que duró unos veinte minutos, al final de los cuales los testigos pudieron ver a Carlos preguntando de qué se trataba todo aquello y Monoleche respondiendo: «No lo sé, yo solo cumplo órdenes del Profe» (apodo que recibía Vicente, hermano de Carlos). Acto seguido, Monoleche vació dos cargadores en el cuerpo del que fue fundador de los grupos paramilitares en Colombia. Vicente Castaño, hermano mayor de Carlos, es considerado el cerebro en al sombra de los paramilitares. Este esquivo personaje nunca usó uniforme de camuflado ni participó en combates, y Colombia pudo conocer su rostro hace apenas un año cuando desmovilizó a los 1.500 hombres del Bloque Centauros. En este momento, Vicente Castaño se halla en paradero desconocido a pesar de que la semana pasada, por orden del Gobierno, todos los jefes paramilitares desmovilizados fueron conducidos a centros de reclusión para ponerse en manos de la Justicia. El Profe fue procesado en ausencia en Alemania por narcotráfico en 1989, acusado de pertenecer al cartel de Medellín, liderado por el desaparecido Pablo Escobar. El Gobierno del estado de Baviera llegó a ofrecer una recompensa de 52.000 dólares (unos 40.740 euros) por su arresto. No aceptaba el narcotráfico Carlos Castaño tuvo serios problemas con el resto de la cúpula paramilitar en sus últimos meses de vida pues no aprobaba la fuerte incursión del narcotráfico en la organización. Los jefes comenzaron a temer que el que había impulsado las negociaciones con el Gobierno fuese ahora a entregar nombres a EE.UU. y ése fue el motivo de su asesinato, según confirma la versión de los testigos cuando narran que Monoleche le dijo antes de matarlo: «Usted iba a entregar a todos los líderes de las autodefensas que tenían que ver con el narcotráfico a Estados Unidos». Vicente ordenó sepultar el cuerpo de su hermano. La policía intenta localizar el cadáver de Carlos entre los restos humanos encontrados en una fosa común descubierta en una finca propiedad de Monoleche.