Dos agentes de Scotland Yard dan positivo en las pruebas de radiación Familiares piden garantías de seguridad para ser interrogados por enviados de Moscú
10 dic 2006 . Actualizado a las 06:00 h.En sus primeras declaraciones públicas desde el deceso de su marido, el 23 de noviembre, Marina Litvinenko, la viuda del ex agente secreto ruso Alexánder Litvinenko, considera posible que las autoridades de Moscú estén detrás de su muerte, como había apuntado él mismo en una carta antes de morir. «Obviamente, no ha sido [el presidente ruso Vladimir] Putin mismo, seguro que no», declaró Marina Litvinenko, de 44 años, en una entrevista en el diario Mail on Sunday. «Pero lo que Putin ha hecho a su alrededor en Rusia hace que sea posible matar a un británico en territorio británico. Creo que han podido ser las autoridades rusas», añadió. Litvinenko, ex agente del FSB (ex KGB) era un opositor declarado a Putin, y había obtenido la nacionalidad británica poco antes de morir envenenado con polonio 210 en Londres. Su padre, Valter Litvinenko, también acusó a Putin de haber matado a su hijo. En otra entrevista, en The Sunday Times , afirmó que Alenxánder se creía seguro en Inglaterra. «La vida aquí en Inglaterra nos engañó», dijo, explicando que la libertad les había dado una falsa impresión de seguridad. «Por supuesto, tenía enemigos pero no como para matarlo de esta forma tan horrible. Alexánder nunca sintió que fuera un objetivo privilegiado», añade. «Aquí se sentía seguro. Nunca me dijo lo que hacía, tenía sus asuntos y yo los míos: me ocupaba de la familia, de mi hijo, de la casa. Él intentaba protegerme», añade. Marina Litvinenko también asegura que «todo el mundo escribe que Sacha era un ex espía, pero esto es completamente falso. Nunca fue un espía», afirma. Y concluye: «Sacha nunca tuvo enemigos en su vida, pero como había sido oficial del FSB, sabía como yo que no puedes escapar al FSB». Ahora, tanto familiares como amigos del ex espía asesinado exigen garantías de seguridad a las autoridades británicas para hablar con los investigadores rusos, afirmó su ex portavoz, Alex Goldfarb. «No hablarán con los rusos en Londres a no ser que los británicos se lo pidan o para ayudarlos a tener acceso a los testigos», insistió. «Pero hay condiciones. Una es que los encuentros no pueden ser en la Embajada de Rusia en Londres y debe haber protección policial», dijo. «La segunda es que la policía británica debe dar garantías de que los investigadores rusos fueron controlados [para evitar] todo tipo de envenenamiento», afirmó. Precisamente ayer, la Policía Metropolitana de Londres informó de que dos agentes de los 26 que trabajan en el caso Litvinenko han dado positivo en unas pruebas de radiación con polonio 210, aunque los niveles son «relativamente pequeños».