Correa logra una victoria aplastante en el referendo para convocar una Asamblea Constituyente

C. Andrade / A. Valencia QUITO

INTERNACIONAL

CHICO SÁNCHEZ

16 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, y las debilitadas fuerzas políticas opositoras emprendieron ayer una cruzada para controlar una Asamblea Constituyente cuya formación recibió un aplastante apoyo popular en el referendo llevado a cabo el domingo y en el que esa iniciativa del mandatario fue respaldada por un 81,5% de los electores, escrutado un 69,5 % de las 36.873 urnas. El respaldo a la Asamblea popular se convirtió en un nuevo triunfo para Correa, un amigo del presidente venezolano Hugo Chávez que asumió el poder hace tres meses con la promesa de instaurar el «socialismo del siglo XXI». Su objetivo es conseguir la mayoría de los 130 escaños de la asamblea. Su estrategia es alentar conjuntamente a las fuerzas de izquierda a cerrar el paso a los partidos y movimientos de derecha, que se opusieron al proyecto para salir definitivamente de la «noche neoliberal». «La partidocracia está moribunda, pero aún no está derrotada. Puede intentar volver a engañar al pueblo ecuatoriano», dijo el ministro del Interior, Gustavo Larrea, al tiempo que llamaba a apoyar a los candidatos adeptos a Correa en los comicios previstos para el segundo semestre. Apenas el 12,68% votó No en el referendo, y la abstención rondó el 30%. Con una popularidad de Correa que ronda el 69% y el fuerte respaldo a su propuesta expresado por los ecuatorianos hastiados de la clase política tradicional, la correlación de fuerzas dentro de la asamblea será un punto clave. «Hay la posibilidad de que las alas radicales estén sobrerrepresentadas en la asamblea, lo cual genera el riesgo de que algunos de los pilares del actual modelo económico pudieran ser cambiados y que el poder sea concentrado en el Ejecutivo», dijo el analista Alberto Ramos de Goldman Sachs. El presidente, que mantiene en alerta a los mercados por sus promesas de reestructurar la deuda externa y renegociar los contratos con multinacionales petroleras, ha insistido en que los cambios apuntan a rescatar a seis de cada 10 ecuatorianos que viven en la pobreza. Ayer, Correa viajó a isla Margarita (Venezuela) para participar en la primera Cumbre Energética Suramericana. Momentos antes, los presidentes de Bolivia, Evo Morales; de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; y de Paraguay, Nicador Duarte, llegaron a la ciudad venezolana de Barcelona, para acompañar a Chávez en la colocación de la primera piedra de un complejo petroquímico que será construido por la estatal PDVSA y la brasileña Braskem, antes de reunirse en isla Margarita con el líder ecuatoriano.