La cuota ha bajado del 60% al 30%.
26 jul 2007 . Actualizado a las 22:18 h.El presidente peruano, Alan García, llega al primero de sus cinco años de mandato con una cuota de popularidad erosionada, que cayó del 60 al 30%, y cercado por una serie de conflictos sociales a pesar de administrar una economía boyante que crece a más del 7% anual.
El aniversario coincide con el día de la fiesta nacional de Perú, este 28 de julio, fecha en que García, un socialdemócrata, pronunciará un mensaje ante el Congreso sobre el estado de la nación. El balance de su gestión arroja luces y sombras según los analistas, que enfatizan entre los aciertos el haber mantenido el programa económico neoliberal que el mandatario criticó durante su campaña electoral.
En el terreno económico hay consenso entre analistas, conservadores y de izquierda, que García hace esfuerzos por desterrar el mal recuerdo de su primer gobierno (1985-1990), cuando colapsó la economía y dejó a Perú como paria de la comunidad financiera internacional, sin reservas e inflación de 7.000% anual.
La salud de la economía peruana está rebosante y oficialmente se estima que podría superar el 7% tras crecer 8% en 2006. Perú lleva 55 meses de crecimiento acumulado.
Las cifras de pobreza también mejoraron tras ser revisadas y cifradas en 44,5%, lo que representa una caída de 4,2 puntos porcentuales respecto al nivel oficial de 48,7% difundido en 2006. Paradojicamente las críticas caen sobre García por no cumplir su promesa electoral de introducir cambios al modelo neoliberal, vigente en Perú desde que lo introdujo hace más de 15 años el ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000).
Los conflictos sociales provocaron las principales sombras sobre la gestión presidencia, en especial en las últimas cuatro semanas cuando media docena de las 24 regiones peruanas paralizó sus labores. La mayor piedra en el zapato de García ha sido el poderoso sindicato de docentes públicos, que realizó una huelga de dos semanas en la primera quincena de julio en un pulseo con el gobierno.
La violencia tampoco estuvo ausente: en lo que va del gobierno hubo más de tres muertos por choques con fuerzas de seguridad, cifra mayor a la alcanzada en el primer año de su antecesor Alejandro Toledo cuya popularidad cayó a menos del 15% en sus primeros 12 meses.
Una de las particularidades de García es que enfrenta una oposición parlamentaria débil y falta de ideas, compuesta por el Partido Nacionalista del ex candidato presidencial Ollanta Humala (izquierda populista) y Unidad Nacional de la ex candidata conservadora Lourdes Flores.
Las mayores protestas se han producido impulsadas por sindicatos y gobiernos regionales opositores, quienes han tomado la iniciativa desplazando a los partidos políticos.
Una de las sorpresas del primer año ha sido la tácita alianza con la bancada del partido del extraditable Alberto Fujimori, Alianza por el Futuro, cuyos 13 parlamentarios en el Congreso le permiten a García controlar el congreso unicameral.