El presidente George W. Bush eligió ayer al juez federal retirado Michael Mukasey como su candidato para sustituir a Alberto Gonzales al frente del Departamento de Justicia. Experto en la lucha contra el terrorismo, de fuertes convicciones e independiente, aunque escorado a la derecha, Mukasey será el encargado de poner orden en esta cartera tras la abrupta salida de su antecesor. Bush optó por un candidato de bajo perfil para asegurarse que sea aprobado finalmente por el Senado.
La elección del ex magistrado de 66 años para sustituir al muy criticado Gonzales -que dimitió el mes pasado por el escándalo del despido de ocho fiscales federales por razones políticas- fue rápidamente saludada tanto por republicanos como por demócratas. «El juez Mukasey tiene muy claro cuáles son las amenazas que nuestra nación enfrenta», dijo Bush desde el Rose Garden de la Casa Blanca al subrayar que el fiscal general tiene «un especial e importante papel en tiempos de guerra». Una faceta en la que su antecesor fue -según sus críticos- demasiado lejos al dar sustento legal a los programas de espionaje doméstico y a los tribunales especiales para los detenidos en Guantánamo. Al lado de Bush, Mukasey señaló que, aunque ha cambiado mucho en los últimos 35 años, el Departamento de Justicia «debe también proteger la seguridad de nuestros hijos, el comercio que garantiza nuestra prosperidad y los derechos y libertades que nos definen como nación».
Nombrado por Reagan
Mukasey -que estudió en las prestigiosas universidades de Columbia y Yale- tendrá ahora la misión principal de devolver las aguas a su cauce en el Ministerio de Justicia. Durante sus 18 años como juez federal en Nueva York -fue nombrado por el conservador Ronald Reagan- se ha labrado una reputación de hombre serio y trabajador. Su cercanía al precandidato republicano a la presidencia Rudolph Giuliani -actualmente trabaja como asesor legal en su equipo- no será, en principio, un obstáculo para su confirmación por el Senado. Mukasey (Bronx, 1941) cuenta a su favor con una vasta experiencia en casos relacionados con el terrorismo, como el juicio contra una docena de personas sospechosas por el atentado en 1993 contra el World Trade Center. También revisó -en contra del criterio y recomendación del Gobierno- el caso de José Padilla, el hispano acusado de querer atentar en suelo estadounidense.
«Aunque es sin duda conservador, el juez Mukasey parece el tipo de candidato que pondría primero el imperio de la ley y mostraría independencia de la Casa Blanca», dijo el senador demócrata Charles Schumer, uno de los responsables de que Gonzales abandonara su cargo.