El ex presidente de Perú se mostró agresivo en algún momento del juicio en el que se le acusa de varias matanzas.
14 dic 2007 . Actualizado a las 19:15 h.El presidente de Perú, Alberto Fujimori, se acogió hoy al «derecho al silencio» al ser interrogado por la fiscalía sobre su relación y el poder que tuvo el ex asesor Vladimiro Montesinos durante su gobierno (1990-2000). «He decidido acogerme al derecho al silencio», afirmó Fujimori tras consultar con su abogado, César Nakazaki, durante el interrogatorio al que fue sometido hoy por el fiscal adjunto Avelino Guillén. Guillén reemplazó al fiscal supremo José Peláez, de manera temporal, en la tercera audiencia del proceso contra Fujimori por violaciones a los derechos humanos.
El fiscal Guillén mantuvo hoy un interrogatorio crispado, en el que incluso le llamó la atención a Fujimori por la actitud y la postura que adoptaba al responder a sus preguntas.
Fujimori se mostró por momentos agresivo, en otros con una sonrisa irónica y colocó sus brazos en jarra, con el cuerpo inclinado hacia atrás en la silla. Su abogado defensor interrumpió en varias ocasiones las preguntas del fiscal, por considerar que la intención de dirigirlas hacia los vínculos con Montesinos estaba fuera de lugar. Ante esto, el presidente de la Sala Penal Especial, Cesar San Martín, remarcó la «pertinencia amplia» del interrogatorio y dijo que las preguntas tienen «que ver con toda una lógica de hechos», aunque le pidió al fiscal «que haga apreciación de fecha y circunstancia» de cada hecho citado. En ese instante Fujimori decidió abstenerse de responder a las preguntas sobre el poder real de Montesinos durante su régimen, aunque luego dijo que era asesor del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN). «Tenía por función principal la labor de inteligencia, luchar contra el terrorismo, el narcotráfico y recoger información del frente externo, principalmente de Ecuador y Chile», aseguró.
El ex presidente también rechazó la afirmación de que Montesinos actuó durante su régimen «como un verdadero jefe de Estado», al reunir en el SIN a generales, ministros, empresarios y otras personalidades para tomar decisiones de Estado. Señaló que sólo en el año 2000 se enteró que el señor Montesinos «tenía su ramificación muy extendida» en su gobierno. «Si el señor Montesinos hablaba por encargo del señor presidente, afirmo y reafirmo que yo no he autorizado ese tipo reuniones», dijo.
Fujimori también señaló que durante los primeros años de su régimen el aporte de Montesinos en la lucha contra el terrorismo «fue notable». Aceptó, sin embargo, que Montesinos le «sugirió» la designación de los ministros de Defensa y del Interior al inicio de su gobierno, en 1990, y que «probablemente en los otros años también».
Fujimori está siendo juzgado por las matanzas en Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), que dejaron 25 muertos, cometidas por el grupo militar encubierto Colina, así como los secuestros del periodista Gustavo Gorriti y el empresario Samuel Dyer.