La dimisión del ministro de Justicia italiano, Clemente Mastella, investigado junto a su mujer y seis cargos de su partido por corrupción, ha terminado por abrir una nueva grieta en el inestable Gobierno de centro-izquierda de Romano Prodi. Sus consecuencias son imprevisibles, pero desde luego tiene la capacidad de convertirse en brecha y hacer caer al Ejecutivo en un futuro próximo.
En su intervención ante el pleno de la Cámara de Representantes, Prodi anunció que había decidido asumir él mismo dicha cartera «con el fin de consentir a Mastella regresar a su cargo de ministro de Justicia» cuando se resuelva la situación.
Por su parte, en una larga rueda de prensa, Clemente Mastella confirmó su renuncia anunciada el día anterior y agradeció a Prodi que la hubiese rechazado. Además, el democristiano anunció que su partido, el Udeur, abandona la coalición de Gobierno y que únicamente apoyarán al Ejecutivo de manera «externa».
«No nos podemos considerar dentro de este Gobierno. A partir de ahora lo apoyaremos desde fuera», explicó. Añadió que en este momento su partido será muy «exigente», no aceptará «compromisos», y votará en el Parlamento según sus propios principios «de respeto a la Iglesia».
«Nos vamos. Retiramos nuestro apoyo. Se abren serios problemas para la coalición», insistió.
El apoyo del Udeur, partido minoritario pero con tres senadores, es indispensable para que Prodi mantenga la mayoría en el Senado.
La eventual caída del Gobierno liderado por Prodi no implica la convocatoria automática de elecciones anticipadas, según el sistema parlamentario vigente en Italia.
Mastella defendió su inocencia y la de su esposa, Sandra Lonardo, presidenta del Consejo regional de Campania (región de Nápoles) y en arresto domiciliario por corrupción, mientras rechazaba las acusaciones de haber presionado al presidente de la región, Antonio Bassolino, para recomendar para un cargo público a un hombre de su confianza. Aunque dijo tener mucho respeto por la magistratura, el ex ministro aconsejó a los italianos «fiarse solo de la que es seria y no de ciertos jueces». Añadió que en Italia los jueces «pueden ser capaces de mandar a casa un Gobierno».
Desde su cargo en Justicia, Mastella ha mantenido diversos enfrentamientos con magistrados. Ayer comentó que «algunas facciones extremistas» de esta lo veían como «el enemigo al que hay que abatir». Mariano Maffei, procurador de Santa Maria Capua Vetere que dirige la investigación que lo involucra, ya ha anunciado que se reserva acciones legales contra el ex ministro.