La oposición, liderada por Silvio Berlusconi, pide elecciones anticipadas para la primavera
23 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Romano Prodi, jefe del Gobierno italiano, ha decidido jugárselo todo ante el Parlamento, donde ayer pidió el voto de confianza de las dos Cámaras a fin de verificar si cuenta con el apoyo suficiente para gobernar tras la retirada de los democristianos del Udeur del ex ministro de Justicia Clemente Mastella. Tras descartar la opción de presentar su dimisión, tal y como pedía la oposición, Prodi se presentó ante la Cámara de Diputados justificando su decisión, porque «solo el Parlamento puede determinar si un Gobierno tiene legitimidad para continuar con su trabajo». Además, aseguró que conoció la decisión del Udeur a través de los medios de comunicación e insistió en que el actual Ejecutivo había nacido gracias a «un pacto firmado por todos los partidos que formaban parte de la coalición de centroizquierda y en el que se comprometían a apoyarlo durante toda la legislatura».
La oposición de centroderecha, dirigida por Silvio Berlusconi, ya se ha apresurado a pedir elecciones anticipadas para la primavera. Si Prodi pierde en la Cámara de Diputados o en el Senado tendrá que dimitir y será el presidente del país, Giorgio Napolitano, quien decidirá entonces si convocar elecciones o formar un Gobierno técnico para realizar reformas urgentes como la ley electoral.
Mayoría en el Congreso
La votación en la Cámara baja tendrá lugar esta tarde. Romano Prodi confía en pasar una vez más la votación, ya que, aún con la retirada de los 14 diputados del Udeur, la coalición de centroizquierda mantiene una cómoda mayoría de 334 escaños.
El problema, como ocurre desde el principio de la legislatura, está en el Senado, donde ahora el Gobierno está en minoría: 155 escaños contra 156 de la oposición al perder el apoyo de los tres representantes democristianos. Serán los siete senadores vitalicios los que tendrán en sus manos durante la votación de mañana el futuro de Italia. Hasta ahora, Prodi ha recibido siempre el apoyo de Carlo A. Ciampi, Óscar Luigi Scalfaro, Emilio Colombo y Rita Levi Montalcini, lo que podría ser suficiente para mantener el Gobierno.