No aclara si la primera dama será su candidata a la vicepresidencia y anuncia una próximo encuentro con ella
05 jun 2008 . Actualizado a las 02:00 h.T. L. | Corresponsal Fue la noche de Barack Obama: orgulloso, relajado, victorioso sobre el escenario del imponente estadio de Saint Paul, en Minnesota, recibiendo los aplausos de 20.000 seguidores junto a su inseparable mujer, Michelle. Acababa de escribir una página en la historia de EE.UU., al convertirse en el primer candidato negro que aspira a ocupar la Casa Blanca. Pero, su triunfo esta siendo ensombrecido por las especulaciones sobre el inmediato futuro de Hillary Clinton, que durante la madrugada de ayer (hora española) rehusó darse por vencida y anunció que no iba a tomar ninguna decisión por ahora.
Uno de los primeros mensajes de Obama tras su triunfo fue llamar a la unidad del partido, unidad en la que aún no se sabe que papel jugará Hillary Clinton. Ayer la cúpula de la formación demócrata, con Nancy Pelosi (presidente del Congreso), anunció que está con el líder afroamericano y exigió a los superdelegados que decidan su voto antes del viernes.
Obama y Clinton se vieron las caras en el foro organizado por un poderoso grupo de presión pro-israelí en Washington, ante el cual dieron sendos discursos, sin que la ex primera dama se pronunciara sobre la candidatura del senador. A la salida, un periodista de la CNN le preguntó al senador afroamericano si había hablado con su aún rival, el contestó que sí y que iban a tener un encuentro. Cuando se le inquirió sí pensaba en Clinton como su vicepresidenta, no quiso responder.
Noche electoral
El martes, día en que concluían las primarias, Barack Obama sobrepasó los 2.118 delegados que necesitaba para batir a su oponente, gracias a una oleada de apoyos de superdelegados, entre ellos Jimmy Carter.
Antes de meterse de lleno en su batalla electoral con el republicano John McCain, durante la noche electoral, Obama tuvo palabras de agradecimiento hacia Clinton por «haber inspirado a millones de votantes. «Se está definiendo una nueva generación, no nos podemos permitir el lujo de seguir actuando como siempre. Debemos a nuestros hijos y a nuestro país un futuro mejor. Trabajemos juntos, unámonos en un esfuerzo común para dar un nuevo futuro a Estados Unidos», afirmó.