El estado de Florida ha ejecutadoa un hombre declarado culpable del secuestro y asesinato de dos niñas y la violación de su madre hace 15 años.
24 sep 2008 . Actualizado a las 09:58 h.El estado de Florida (EE.UU) ejecutó hoy a un hombre declarado culpable del secuestro y asesinato de dos niñas y la violación de su madre hace 15 años, informaron fuentes judiciales en la cárcel de la localidad de Starke.
Richard Henyard, de 34 años, recibió una inyección letal poco después de las ocho de la noche (24:00 GMT) tras levantarse una suspensión del castigo ordenada por el Tribunal Supremo de EE.UU.
La ejecución estaba prevista para las 22:00 GMT, pero se suspendió para considerar una apelación presentada por los abogados de Henyard.
La ejecución se realizó después de que el Supremo declinara considerar el recurso, dijeron las fuentes.
Los asesinatos de Jamilya Lewis, de 7 años, y su hermana Jasmine, de 3, fueron perpetrados el 30 de enero de 1993 cuando Henyard y un cómplice de 14 años tomaron el control del automóvil en que las niñas viajaban con su madre, Dorothy Lewis.
Según dijeron los fiscales durante el juicio, Lewis violó a la mujer y después mató a las niñas de un disparo en la cabeza. El hombre también disparó a la mujer y la lanzó del automóvil, pero logró sobrevivir.
Un jurado declaró culpable a Henyard el 1 de junio de 1994 de dos cargos de asesinato en primer grado, uno por intento de asesinato, tres por secuestro armado, otro por agresión sexual y por robo de un arma de fuego.
Debido a que tenía sólo 14 años cuando se cometieron los crímenes, su cómplice fue condenado a ocho cadenas perpetuas consecutivas por secuestro, violación y homicidio.
Por otra parte, la ejecución de Henyard se llevó a cabo después de que el Supremo aplazara en el estado de Georgia (EEUU) la de un asesino por el que habían intercedido el Papa Benedicto XVI y el ex presidente estadounidense Jimmy Carter.
Fuentes judiciales dijeron que la orden de aplazamiento fue recibida tres horas antes del momento en que Troy Davis, de 39 años, debía recibir una inyección letal por el asesinato de un policía en 1989.
A las peticiones de clemencia del Papa y de Carter se habían sumado el Premio Nobel de la Paz de 1984, Desmond Tutu, la monja Helen Prejean, y el ex director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).
Prejean, que realiza una campaña contra la aplicación de la pena de muerte en Estados Unidos, escribió el libro
Las fuentes indicaron que las solicitudes de clemencia se basaban en dudas sobre la culpabilidad de Davis y alegatos de sus abogados que aseguraron, durante el juicio, de que se trataba de un caso de identidad equivocada.