Los militares gurjas, pueblo originario de Nepal, que sirvieron en las Fuerzas Armadas británicas obtuvieron ayer el derecho a quedarse en el Reino Unido tras una batalla judicial de dos años.
El alto tribunal de Londres se pronunció a favor de esta comunidad, una «victoria histórica» que beneficiará a unos 2.000 soldados nepalíes que colgaron el uniforme del Ejército británico antes de 1997. Hasta ahora, únicamente los gurjas que se habían retirado después de 1997 -año en que su base se trasladó de Hong Kong a Inglaterra- tenían automáticamente el derecho a instalarse en territorio británico.
Unos 200.000 gurjas combatieron por los británicos durante las dos guerras mundiales y unos 3.500 sirven actualmente bajo esa bandera, en especial en Irak y Afganistán. Más de 45.000 perecieron en combate desde 1815, muchos de ellos en la guerra de las Malvinas (1982).