El Congo acusa a los cascos azules de no hacer nada para evitar masacres

DPA

INTERNACIONAL

08 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

En vista de los nuevos combates en el este de la República Democrática del Congo y las informaciones de una masacre contra civiles, los participantes en la cumbre convocada en Nairobi para analizar la crisis en el Congo han pedido a las partes un alto el fuego inmediato.

A su vez, han exigido la creación de un corredor humanitario que permita a los cooperantes hacer llegar medicamentos y alimentos a cientos de miles de desplazados y refugiados en región de Kivu Norte, escenario del conflicto.

En el encuentro participó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que advirtió del peligro de que el conflicto se expanda a toda la región.

La República Democrática del Congo acusó a las tropas de paz de la misión de la ONU (Monuc) de no estar haciendo lo suficiente para proteger a la población. «La gente está siendo masacrada y los cascos azules no han hecho nada», manifestó un portavoz del presidente Joseph Kabila.

El jefe de operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, Alain Leroy, aseguró que la ONU debería haber protegido a los civiles que fueron asesinados en Kiwanja, pero se negó a que la Monuc se convierta en un chivo expiatorio.

Al parecer, milicianos de Nkunda han masacrado en Kiwanja, en el este del Congo, hasta a 60 hombres. La BBC informó que los insurgentes habían vuelto a tomar la ciudad que las milicias mai-mai controlaban desde el jueves.

Cooperantes de organizaciones humanitarias han encontrado decenas de cadáveres de jóvenes, que presuntamente son de combatientes mai-mai.

En el este del país luchan desde agosto seguidores del general Laurent Nkunda contra las tropas del Gobierno y las milicias que lo apoyan.

Respaldo de Angola

La radio británica BBC informó en base a un miembro de la Monuc que tropas de Angola se han sumado para respaldar al Ejército congoleño.

El corresponsal del diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung , Thomas Scheen, que había sido capturado por milicianos, ha sido puesto en libertad.

Ayer se volvieron a registrar combates entre las tropas del Gobierno y los combatientes de Nkunda al norte de la capital provincial de Goma, lo que provocó una nueva oleada de huida de los campamentos de refugiados.

A la cumbre sobre la República Democrática del Congo también acudió el presidente tanzano y presidente de turno de la Unión Africana, Jakaya Kikwete, así como el presidente del Congo, Joseph Kabila, y su homólogo de Ruanda, Paul Kagame.

Al término de la cumbre sobre el conflicto congoleño, Ban Ki-moon aseguró que todas las agencias de la ONU se movilizarán para proveer de asistencia humanitaria a la población y que los países de la región se han comprometido a enviar fuerzas de paz si la situación lo requiere.

Añadió que, después de mantener conversaciones por separado con los presidentes de Ruanda y de la RDC, Paul Kagame y Joseph Kabila, respectivamente, está «seguro de la buena voluntad de ambos para proseguir con el diálogo y hallar una salida temprana».

El entendimiento entre ambos Gobiernos es crucial para el buen curso de los acontecimientos, debido a las acusaciones de la RDC a Ruanda de estar detrás de los rebeldes tutsis y de Ruanda a la RDC de respaldar a los hutus de la Fuerza Democrática de Liberación de Ruanda (FDLR), relacionados con el genocidio ruandés de 1994.

El texto de las conclusiones de la cumbre, según indicó Ban Ki-moon, será enviado a Laurent Nkunda, líder de los rebeldes tutsis.