El presidente electo lanza un mensaje de unidad para afrontar desafíos como dos guerras abiertas o una graves crisis económica.
19 ene 2009 . Actualizado a las 00:38 h.El presidente electo de EEUU, Barack Obama, ha lanzado un mensaje de unidad a sus conciudadanos, cuando se encuentra a punto de asumir el mando del país y afronta desafíos como dos guerras abiertas o una graves crisis económica. «Si nos podemos reconocer los unos en los otros y unirnos... no solamente recuperaremos la esperanza y la posibilidad en lugares donde se ansiaban, sino que también, quizás, mejoraremos nuestro país», dijo Obama en un macroconcierto en su honor en el Monumento a Lincoln, en el centro de Washington.
El presidente electo, que jurará su cargo el próximo martes, afirmó que, pese a las dificultades, se encuentra «tan esperanzado como siempre» en que podrán superarlas. «No voy a fingir que será fácil acometer cualquiera de estos desafíos. Llevará más de un mes, o de un año, probablemente muchos. A lo largo del camino habrá reveses, y pasos en falso, y días que nos pondrán a prueba como país», sostuvo.
«Lo que me da esperanza», declaró, «sois vosotros». «Habéis demostrado una vez más que la gente que ama este país puede cambiarlo», sostuvo. «Cuando me preparo a asumir la presidencia, las vuestras son las voces que me llevaré conmigo cada día al entrar en el Despacho Oval: las voces de los hombres y mujeres con historias distintas pero esperanzas comunes, que sólo quieren lo que se nos ha prometido: poder hacer con nuestras vidas lo que queramos y que nuestros hijos lleguen más lejos que nosotros», agregó.
Resolver los problemas llevará tiempo y «nuestro camino será largo», pero si los estadounidenses se mantienen unidos como espero, lograrán salir adelante, prometió.
Decenas de miles de personas se desplazaron al Mall, el gran parque que cruza el centro de Washington y en el que se encuentra el monumento, para asistir al concierto, que contó con estrellas como Bruce Springsteen. El obispo homosexual Gene Robinson, de la Iglesia Episcopal, fue el encargado de recitar la bendición del evento gratuito, con el que se abrieron en Washington los festejos para celebrar la investidura del que será el presidente número 44, y el primero de raza negra, de EEUU
Concierto multitudinario
Decenas de miles de personas han asistido al concierto gratuito. Tras una breve presentación del actor Denzel Washington, Bruce Springsteen y un inmenso coro abrieron el concierto con la interpretación de The Rising, la canción que la estrella del rock estadounidense compuso después de los atentados del 11 de septiembre del 2001.
El concierto se celebró delante del Monumento al presidente Abraham Lincoln, en uno de los extremos del National Mall, la enorme explanada que conecta los principales monumentos de la capital y los principales símbolos de la democracia estadounidense. Después se intercalaron apariciones musicales como las de Jon Bon Jovi con discursos y poemas leídos por actores como Tom Hanks, Jamie Foxx o Steve Carell.
También intervinieron, entre otros, Shakira, Stevie Wonder, Mary G Blige, U2, Jon Bon Jovi, James Taylor o Will.i.am. Personalidades como Martin Luther King III, los actores negros Jamie Foxx, Queen Latifah, Denzel Washington o Forest Whitaker, los artistas blancos Tom Hanks y Laura Linney, y el golfista Tiger Woods estuvieron al cargo de la lectura de pasajes históricos.
Barack Obama, su esposa Michelle y sus hijas Malia y Sasha asistieron al concierto en un palco especialmente erigido a la derecha del monumento. Grandes y visibles cristales antibalas protegían a la futura primera familia, que estuvo acompañada por el vicepresidente electo, Joe Biden, y su esposa, Jill.
El matrimonio Obama hizo una espectacular entrada en el escenario. Saliendo del propio monumento, ambos descendieron la escalinata con una amplia sonrisa y saludando al público. Obama vestía un abrigo negro y su esposa uno beige, y ambos protegían sus manos del frío con guantes de cuero mientras su hija Malia tomaba fotos con una cámara digital.
El público, que no tuvo que pagar entrada para presenciar el concierto, se acumuló al pie del monumento y a ambos lados del enorme estanque que se extiende a su frente hacia el obelisco de homenaje a George Washington.
Frente al frío de días anteriores, que llegó a bajar de los diez grados bajo cero, el clima fue más benigno en Washington para el multitudinario concierto al aire libre: la temperatura a la hora del inicio rondó los dos grados positivos, sin apenas viento.