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Obama rompe con la era Bush y separa la religión de la política

Tatiana López

INTERNACIONAL

Su comité asesor sobre las confesiones incluirá al sector laico y estará liderado por un párroco de 26 años

06 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Cuando el 20 de enero Barack Obama juró su cargo como 44 presidente de Estados Unidos, no sólo hizo historia por el color de su piel sino también por un párrafo de su discurso. «Este es una nación de cristianos y musulmanes, judíos e hindúes y de no creyentes», dijo entonces convirtiéndose en el primer dirigente en mencionar a los no creyentes en el acto de investidura. Más de dos semanas después de que el sector laico estadounidense celebrarase la cita, Obama sorprendió ayer a sus conciudadanos al anunciar que no sólo mantendrá, sino que piensa ampliar, la Oficina de la Fé, la polémica oficina de asuntos religioso creada en su día por la Administración de George W. Bush.

Un movimiento con el que el inquilino de la Casa Blanca pretendería matar dos pájaros de un tiro, ya que, si bien mantener la oficina le permite congraciarse con uno de los sectores más grandes de su país, los que profesan alguna religión, también la revisión y ampliación de las funciones de este órgano le ayudará reforzar la separación entre Iglesia y Estado, tras ocho años de fundamentalismo republicano. Un cambio al que Obama hizo referencia ayer en el marco del Desayuno Nacional de Oración, que se celebra anualmente en Washington. El presidente lamentó que «con demasiada frecuencia hemos visto como la fe se ejerce como instrumento para dividirnos o como una excusa para los prejuicios y la intolerancia».

Sin favoritismos

Aseguró que el objetivo de la oficina «no será favorecer a un grupo religioso por encima de otro, ni siquiera a grupos religiosos sobre grupos seculares». Más concretamente, y según adelantaron ayer varios de medios, el nuevo Comité Asesor Religioso de Obama estará formado por unos 25 miembros procedentes de sectores laicos y religiosos y capitaneados por el párroco de 26 años Joshua Dubois. Considerado como una de las figuras más importantes del equipo del presidente, la función de Dubois a partir de ahora será la de mediar entre las diferentes religiones y creencias, según la orden ejecutiva firmada por Obama.

Una orden ejecutiva que no incluye, sin embargo, la promesa electoral del demócrata de impedir a las organizaciones religiosas que reciben dinero del Estado discriminar a sus trabajadores. Aprobada por la Administración de George W. Bush, quien siempre defendió durante su mandato el derecho de los grupos religiosos a contratar a sus empleados en base a sus creencias. Obama se había posicionado en contra de esta práctica durante su campaña, si bien de momento la nueva Administración no tomará ninguna postura al respecto de manera global, aunque sí en casos particulares.