El nuevo presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, que tiene tres esposas, otorgó a la primera un trato preferente en su toma de posesión
10 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Con disparos al aire, algarabía pública, paradas militares y por último un chaparrón de agua, Sudáfrica dio ayer la bienvenida en el cargo a su nuevo presidente. En el continente africano, castigado usualmente por las sequías, la lluvia es seguramente un buen augurio para el mandato de Jacob Zuma, apuntó al respecto un comentarista de televisión.
Por otro lado, los problemas serios se dieron al hablar de la situación familiar del primer mandatario polígamo del país. El comentarista empezó a balbucear cuando llegó al correspondiente anuncio: «Jacob Zuma está acompañado por... eh... su esposa...». Después de una pausa larga, el desenlace: ?«... Sizakele Makhumalo».
De forma demostrativa, Zuma respondió a su manera a la pregunta de cuál de sus tres mujeres será la primera dama del país. Makhumalo, una corpulenta mujer de 69 años, es su primera esposa y la de mayor edad. Las otras dos, así como sus 19 hijos y otros miembros de la familia, tomaron asiento al lado de unas 5.000 personalidades bajo un mar de paraguas en el anfiteatro delante de la residencia presidencial de Pretoria, el Union Building.
Al acto acudieron 29 jefes de Estado y Gobierno, la mayoría africanos. Entre ellos, el presidente de la Unión Africana (UA), el líder libio Muamar Gadafi, vestido de forma tan colorida como siempre. Con una amazona en traje de combate al lado, el también llamado Brother leader (hermano líder) se presentó con un uniforme cargado de abalorios de oro. Los aplausos restallaron además cuando salió el controvertido presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, con el puño en alto, seguido por el también discutido líder de Suazilandia, Mswati III, que tenía a su lado a una de sus bellas y jóvenes esposas.
En su breve discurso, el cuarto presidente de la historia democrática de Sudáfrica se comprometió a trabajar con firmeza y entusiasmo para mejorar la vida de todos los sudafricanos, en especial los más desfavorecidos, mantener la ley y la Constitución. En la ceremonia estuvieron en puestos preferenciales los tres anteriores presidentes de Sudáfrica: el nobel de la Paz y primer jefe del Estado negro del país, Nelson Mandela; su sucesor, Thabo Mbeki, y Kgalema Motlanthe, que ha estado apenas ocho meses en el cargo.