El aparato, que hacía la ruta entre Río de Janeiro y París, llevaba 228 personas a bordo. Las autoridades brasileñas han iniciado la búsqueda del aparato en la zona del archipiélago de Fernando de Noronha.
02 jun 2009 . Actualizado a las 00:52 h.La compañía Air France ha confirmado que en la lista de 228 personas que viajaban en el avión que desapareció y que cubría la ruta Río de Janeiro-París había dos españoles. La empresa comunicó la lista de pasajeros y precisó que se elaboró «sobre la base de las informaciones suministradas por las autoridades brasileñas».
Según la relación ofrecida por Air France, de los pasajeros del aparato Airbus A330-200 desaparecido la mayoría, un total de 61, eran de nacionalidad francesa. Además, viajaban 58 brasileños, 26 alemanes, 9 chinos, 9 italianos, 5 británicos, 6 suizos, 5 libaneses, 4 húngaros, 3 eslovacos, 3 noruegos, 3 irlandeses, 2 estadounidenses, 2 españoles, 2 marroquíes y 2 polacos.
Había además un ciudadano cada uno de los siguientes países: Sudáfrica, Argentina, Austria, Bélgica, Canadá, Croacia, Dinamarca, Islandia, Estonia, Gambia, Holanda, Filipinas, Rumanía, Rusia, Suecia y Turquía.
Uno de los españoles sería un ingeniero sevillano, Andrés Suárez Montes, según ha confirmado su familia en España. Andrés Suárez, de 38 años de edad, casado, nacido en Marchena, Sevilla, es ingeniero industrial y empleado en Brasil para la empresa Schlumberger. Según su familia española, la empresa aseguró a su mujer que Andrés tenía un billete para ese avión y desde la salida del vuelo de Air France no se han vuelto a tener noticias suyas.
El otro pasajero español es una mujer, de la que sólo se sabe que es natural de Cataluña, pero no ha trascendido su identidad.
El avión permanece desaparecido desde que los radares perdieran su rastro en el Océano Atlántico horas antes de su llegada prevista a la capital francesa. El avión al parecer atravesó una zona de inclemencias meteorológicas y tormentas cerca del archipiélago de Cabo Verde que podrían haber provocado una avería eléctrica, aunque aún no se puede confirmar lo que ocurrió con precisión.
Air France ha reconocido que no tiene noticias del aparato, un modelo Airbus A330-200 que tenía que haber aterrizado en el aeropuerto Roissy Charles de Gaulle (norte de París) a las 11:10 horas (hora española). A pesar de no saber con seguridad lo ocurrido, se asume la tragedia, debido a las horas que han pasado desde que tenía que haber aterrizado en París, y su director general Pierre-Henri Gourgeon, declaró: «Estamos ante una catástrofe aérea». La compañía precisó que tuvo información de la existencia de una «avería eléctrica» hacia las 04:14 (hora española), sin ofrecer más datos en relación con ese problema.
El director de comunicación de la compañía, François Brousse, mencionó posteriormente la posibilidad de que el aparato hubiera sido alcanzado por un rayo. Brousse dio que las circunstancias meteorológicas de la zona de turbulencias y tormentas que atravesó el avión podrían explicar lo que sucedió con el aparato.
La compañía ya emitió un comunicado en el que dice que comparte la preocupación de los familiares de pasajeros y tripulación y ofrece números de teléfono para suministrar información de lo sucedido, aunque de momento se tienen pocos datos.
Fuentes aeroportuarias declararon por su parte que «no hay esperanza» para el vuelo, que había partido de Río de Janeiro a las 19:00 horas locales y del que se perdió el control por radar a primera hora de la mañana. La autoridades francesas no hablan todavía claramente de que se haya producido un accidente fatal del avión, aunque todos los elementos disponibles apuntan a que es lo más probable y que el vuelo no fue desviado por la fuerza a otro destino.
El ministro de Ecología y responsable de Transportes, Jean Louis Borloo, trasladado al aeropuerto de París para seguir los trabajos en relación con la desaparición del avión, declaró que «aparentemente» se debía excluir la hipótesis de que el avión hubiera sido secuestrado. «Desgraciadamente, la hipótesis más trágica debe ser considerada», declaró el ministro a la emisora de radio France Info.
Borloo agregó que las autoridades brasileñas habían comenzado a rastrear la pista del avión frente a sus costas, aunque por la hora de desaparición de aparato varios especialistas en navegación aérea consultados indicaron que podría haber sobrepasado el archipiélago de Cabo Verde en su ruta hacia París.
La compañía área ya ha organizado en la terminal número 2 del aeropuerto de Roissy servicios de acogida especiales para familiares de los pasajeros del vuelo AF447 y el ministerio de Exteriores también ha dispuesto servicios específicos de información sobre el avión desaparecido.
Especialistas en navegación y control aéreo consultados en París manifestaron que es muy difícil que el avión hubiera podido perder el contacto con los radares por algún fallo técnico y no recuperarlo poco después, ya que hay maneras de restablecer ese control.
Afirmaron además que el control del vuelo hubiera debido ser retomado por responsables de Senegal y luego de España, que deberían haber asumido el relevo del seguimiento del avión antes de que entrara a ser rastreado por el control francés. Por otro lado, las autoridades de Marruecos han excluido ya que el avión haya caído en el espacio aéreo del país.