Son tres las causas con las que actualmente se las tiene que ver Silvio Berlusconi y que están pendientes de la decisión del Tribunal Constitucional para seguir adelante.
El caso Mills.
Es el que más ha dado que hablar. La sentencia del pasado mes de mayo, que condenaba al abogado inglés de ese nombre a 4 años y 6 meses de cárcel, dejó en suspenso la culpabilidad del presidente del Gobierno por estar protegido por la Ley Alfano. Según el tribunal de Milán, el letrado David Mills declaró en falso para proteger a Silvio Berlusconi y a su grupo Fininvest. Por ese motivo habría aceptado 600.000 dólares de Il Cavaliere. Las declaraciones falsas habrían tenido lugar en los procesos sobre sociedades off-shore usadas por el grupo Fininvest para esconder dinero negro. Los jueces veían indicios de delito en Silvio Berlusconi como el corruptor de Mills.
Asunto Mediaset
: Este caso está unido al anterior. Se trata de irregularidades en la compraventa de derechos televisivos de Mediaset, la empresa audiovisual de la familia Berlusconi. Según las investigaciones, la compañía de Berlusconi compraba sus películas a través de una complicada red de sociedades off-shore creadas por el abogado inglés Davis Mills en varios paraísos fiscales. Los derechos televisivos pasaban de estas a otras sociedades con un considerable aumento de precio que se convertía en dinero negro del que se habría lucrado Berlusconi, quien además no habría pagado impuestos por él. Estas operaciones habrían continuado hasta el 2002, cuando ya Il Cavaliere era presidente de Gobierno. Es en este caso cuando Mills habría mentido a favor de Berlusconi, por lo que fue posteriormente condenado.
Intento de corrupción de senadores
: Todavía se ha de decidir si Silvio Berlusconi debe o no ser juzgado por este caso. Las investigaciones de la Fiscalía de Roma estudian el supuesto intento de corrupción de un senador de la anterior legislatura, Nino Randazzo, cuando en el Gobierno estaba el centroizquierda de Romano Prodi. La exigua mayoría del Ejecutivo de este en el Senado habría tentado a colaboradores de Silvio Berlusconi a intentar comprar el voto del representante de los italianos residentes en Australia.