Medvédev rompe amarras

Ulf Mauder

INTERNACIONAL

El presidente ruso se postula para un segundo mandato y anuncia reformas en los sistemas judicial, penal y militar

28 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Poco antes de fin de año, el jefe del Kremlin, Dmitri Medvédev, encendió los fuegos artificiales de las reformas en Rusia. En una entrevista televisiva de tono inusualmente crítico, en la que directores generales de tres cadenas estatales dialogaron con él, el títere del jefe de Gobierno, Vladimir Putin, demostró clara voluntad de poder al postularse para un segundo período de gobierno. En la entrevista, el presidente ruso dejó claro su deseo de modernizar el país. La policía rusa, calificada de corrupta, recibirá, según aseguró, una terapia de choque, y el rígido sistema penal, impregnado de métodos brutales heredados de la época de Stalin, podría ser pasar pronto a la historia.

El político, de 44 años, se quejó recientemente, en especial en su blog en Internet, del subdesarrollo y el déficit democrático en Rusia e hizo un llamamiento para la renovación económica y política. Medvédev subrayó también que no es partidario de métodos revolucionarios y violentos para encarar los cambios.

Si bien el jefe del Kremlin relevó a los altos cargos de prisiones y otros miembros de la clase dirigente, las fuerzas liberales critican que actúa de modo titubeante, mientras él afirma que el pueblo ruso «es capaz de cambiar y no solo con el látigo». En su aparición televisiva reiteró sus planes de reforma judicial y afirmó que quien ejerce influencia en los fallos de la Justicia mediante presión política o dinero debe ser castigado. Anunció además la continuación de la reforma militar, que debería concluir en el 2010.

Mientras algunos observadores temen que Medvédev se haya excedido en su afán modernizador, el presidente rechaza la acusación de que las promesas de reforma queden en la nada. Los analistas creen que es un intento de Medvédev de limitar las críticas por la gran cantidad de irregularidades cometidas por Putin. Tanto este como Medvédev podrían presentarse como candidatos en los comicios presidenciales del 2012. El bando conservador, que se agrupa en torno a Putin y está dominado por sectores violentos, se encuentra en pugna con los reformistas de Medvédev.

Putin sabe que cuenta con el apoyo de la mayoría de la población, conforme con su vida tras la caótica década de los 90, mientras que Medvédev es popular entre los críticos y la élite cultural. Los cambios emprendidos por Medvédev en la cúpula policial, con un recorte radical de puestos, es considerada una ofensiva para ganar el respaldo de otros sectores de la población. Sin embargo, los expertos creen que debería ir más lejos, prescindiendo del ministro del Interior, un hombre de Putin.