La ofensiva Moshtarak en el sur de Afganistán avanza «bien», afirmó ayer el consejero para la seguridad nacional del presidente Barack Obama, general James Jones. «Es un momento importante porque es la primera vez que reunimos todos los aspectos de la nueva estrategia» del presidente Obama, declaró Jones, agregando que «estamos en la primera fase, pero todo transcurre bien».
Los responsables militares de la OTAN y los generales británicos están «muy satisfechos» del desarrollo de la operación, indicó por su parte en Londres el general Gordon Messenger, portavoz del Ejército británico.
«Hay enfrentamientos esporádicos», pero los talibanes «fueron incapaces de oponer una resistencia coherente», agregó Messenger, quien dio cuenta de «un pequeño número de rebeldes muertos». Las fuerzas internacionales ocuparon «objetivos estratégicos, y por el momento enfrentan una oposición mínima», añadió. «Todo ha ido conforme al plan», concluyó.
«Ganarse a los afganos»
El ministro de Defensa británico, Bob Ainsworth, dijo ayer que el objetivo central de la operación es «ganarse a los afganos». «La prueba auténtica es saber si podemos seguir controlando el territorio y si podemos dar seguridad a la población, y ganar sus mentes y sus corazones», manifestó.
Para el Gobierno afgano y la OTAN, la ofensiva Moshtarak es la primera fase de un plan tendente a restaurar la autoridad central en la provincia de Helmand, uno de los principales bastiones de los insurgentes y «granero» de opio.
Apoyo de Cheney
El ex vicepresidente Dick Cheney, uno de los principales detractores de Obama, afirmó ayer que respaldaba «completamente» su política en Afganistán. «Creo que el presidente tomó la decisión correcta enviando [más] soldados», dijo.