La muerte de Zapata liquida el anhelo de Moratinos de enterrar la Posición Común
16 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.El Gobierno ya da por perdida su batalla para cambiar la política de la UE hacia Cuba. La condena enérgica que la pasada semana aprobó el Parlamento Europeo por la muerte del disidente Orlando Zapata ha convencido al Ejecutivo de que será imposible alcanzar la unanimidad necesaria entre los 27 para enterrar la llamada Posición Común, que condiciona cualquier avance en las relaciones con el régimen castrista a la apertura democrática y al respeto de los derechos humanos. Según un alto cargo del Ministerio de Exteriores, las posibilidades de éxito son tan escasas que carece de sentido sufrir el desgaste de hacer una propuesta firme en este sentido.
España nunca ha dado al deseo de normalizar las relaciones con Cuba el estatus oficial de prioridad u objetivo de la presidencia rotatoria de la UE. Pero sí era uno de los anhelos del ministro Miguel Ángel Moratinos acabar con una doctrina instaurada en 1996 a instancias del Gobierno de José María Aznar. Y ha logrado algunos éxitos.
En el 2005 consiguió que se congelaran las sanciones diplomáticas acordadas a raíz de una oleada de represión que llevó a 75 disidentes a la cárcel. En el 2008, las sanciones se levantaron para «facilitar el diálogo político», pero la Posición Común sigue vigente.
Moratinos quería poner en marcha un acuerdo bilateral similar a los que pueda tener la UE con otros países que tampoco respetan los derechos humanos. En octubre, viajó a Cuba y prometió que haría de España el puente de unión con la UE.
La muerte de Zapata, tras un ayuno de 85 días, y la actitud de La Habana hacia los disidentes que han decidido seguir su ejemplo, como Guillermo Fariñas, han resultado -conforme a la citada fuente- definitivas.