Los socialistas califican los resultados de «victoria sin precedentes» y Aubry dice recibirla con «responsabilidad»
22 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Sin sorpresas, la izquierda francesa consiguió ayer una victoria indiscutible en las elecciones regionales, a dos años de los comicios presidenciales. La derecha de Nicolas Sarkozy conserva Alsacia y arrebata a los comunistas la isla de La Reunión, aunque pierde Córcega. La ultraderecha de Jean-Mare Le Pen confirma su resurgimiento en el espectro político galo.
Las cifras a nivel nacional no dejan lugar a dudas: el frente de izquierdas formado por socialistas, verdes y comunistas domina el mapa de la Francia metropolitana y consigue, según datos provisionales del Ministerio del Interior, el 52% de los votos, quince puntos y medio por encima de la Unión por un Movimiento Popular (UMP) de Sarkozy. La movilización de los electores fue mayor que en la primera vuelta, aunque la abstención alcanzó el 49%, cuatro puntos menos que hace ocho días.
Minutos después de que se dieran a conocer los primeros sondeos, el primer ministro, François Fillon, reconocía públicamente una derrota que atribuía a «la crisis mundial y la brutalidad de la recesión económica». «No hemos sabido convencer», reconocía Fillon, consciente de que el resultado «constituye una decepción para la mayoría» presidencial.
El primer ministro dijo asumir su parte de responsabilidad, aunque no ha dado a entender que tenga intención de presentar su dimisión en la reunión que mantendrá a primera hora de esta mañana con Sarkozy.
La secretaria general socialista, Martine Aubry, anunció «una victoria sin precedentes» que su partido recibe «con responsabilidad». Interpreta el resultado de las urnas como «el rechazo de los franceses a la política de Nicolas Sarkozy» por sus «regalos fiscales para los privilegiados» mientras que se deteriora la vida de los ciudadanos. A juicio de Aubry, el voto de los franceses significa también que «han dicho no a la explotación del miedo», en referencia a la introducción en la última fase de la campaña de la inseguridad y la violencia por parte de Sarkozy.
Aubry dijo haber recibido el mensaje del electorado y su primer compromiso ha sido el de ponerse a trabajar «sin perder un minuto» en la política regional.
Ségolène Royal, la más votada
Pero la primera reacción fue la del presidente de región más votado. La socialista Ségolène Royal consiguió el 61% de los votos en Poitou-Charentes, una victoria que le da «aliento y esperanza» con la vista puesta en las presidenciales del 2012, a las que no renuncia. Está convencida de que el voto expresado ayer por los franceses tendrá «un efecto muralla» contra «la política ineficaz e injusta» de Nicolas Sarkozy.
A los 81 años, Jean-Marie Le Pen se despide de la política con un éxito inesperado. Aunque a nivel nacional se queda entre el 10 y el 11% de los votos, a nivel regional alcanza el 25% de los votos en Alpes-Costa Azul donde se presentaba como candidato. «Es el final del sarkozysmo», proclamaba el presidente del Frente Nacional, consciente de que ha captado los votos de muchos desencantados de la derecha.