Moscú se vuelca con Varsovia y alienta la reconciliación tras años de tensiones

Ulf Mauder

INTERNACIONAL

13 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Rusia busca explicaciones para lo inconcebible. ¿Puede ser casualidad la muerte de un duro crítico de Rusia (Lech Kaczynski ) en un accidente de un avión ruso que había sido reparado en Rusia y además en Katyn, escenario de una masacre soviética de oficiales polacos? Quizá porque el presidente Dmitri Medvédev y el primer ministro Vladimir Putin temían esa pregunta, utilizaron ya antes del luto ruso de ayer todos sus recursos para mostrar la unidad en el dolor con Polonia.

La imagen de Putin -un hombre frío- y su homólogo polaco, Donald Tusk, fundidos en un abrazo abría ayer la portada del diario Kommersant , interpretada como un símbolo y oportunidad para la reconciliación polaco-rusa. Y es que tras el accidente de Smolensk, en Moscú había miedo a que se abrieran nuevas brechas entre Rusia y Polonia.

Mijaíl Gorbachov alabó la actuación de la cúpula rusa como ejemplar, tanto en el trato humano como organizativo de las consecuencias del accidente. Y advirtió contra las teorías conspiratorias que suelen rondar las catástrofes en Rusia.

Pero medios moscovitas comenzaron a atar sus propios cabos. El diario Komsomolskaja Pravda recuerda que un canal georgiano, controlado por el presidente Mijaíl Saakashvili, emitió hace cuatro semanas la muerte ficticia de Kaczynski por un atentado ruso contra su avión.