Seúl dice que un «ataque inesperado» hundió su buque de guerra

EFE

INTERNACIONAL

Esta acusación incrementa la tensión con Corea del Norte en medio de la enigmática visita de su líder, Kim Jong-il, a China.

04 may 2010 . Actualizado a las 14:14 h.

Corea del Sur afirmó hoy que un «ataque inesperado» hundió el pasado marzo uno de sus buques de guerra cerca de la frontera norcoreana, lo que incrementa la tensión con Corea del Norte en medio de la enigmática visita de su líder, Kim Jong-il, a China.

En una reunión sin precedentes de la cúpula del Ejército surcoreano presidida por el jefe de Gobierno, Lee Myung-bak, el titular de Defensa, Kim Tae-young, afirmó que el hundimiento del buque «Cheonan» el pasado 26 de marzo supuso un «día de vergüenza».

Para Kim, el suceso fue un «ataque inesperado» que puso de manifiesto un fallo en la seguridad nacional, aunque evitó culpar directamente a Corea del Norte a la espera de que finalicen las investigaciones.

Como respuesta a las críticas a los militares por los fallos del sistema de defensa tras el suceso, el presidente surcoreano prometió por su parte una reforma de la seguridad nacional, con la creación de un nuevo organismo dedicado a ello.

También aseguró que el buque «no se hundió por un simple accidente», y advirtió de que su país tomara «medidas claras y firmes» una vez esclarecida la causa del suceso.

El barco, de 1.200 toneladas, se hundió tras partirse en dos por una explosión no aclarada, lo que provocó la muerte de 46 de sus 104 tripulantes.

Las primeras investigaciones han apuntado a que la explosión fue externa y pudo estar causada por un torpedo, lo que reforzaría la tesis de una posible implicación norcoreana.

La reunión extraordinaria de la cúpula militar surcoreana coincidió con el viaje a China de Kim Jong-il, quien, según medios surcoreanos, llegó ayer a la ciudad portuaria de Dalian en tren y hoy podría partir hacia Pekín para reunirse con el presidente chino, Hu Jintao.

La visita de Kim, rodeada de un gran secretismo, tiene lugar dos días después de que el presidente surcoreano se reuniera en Shanghái (China) con Hu Jintao tras participar en la inauguración de la Exposición Universal.

Aunque ni Pekín ni Pyongyang han confirmado el viaje del líder norcoreano, imágenes transmitidas por las televisiones surcoreanas le muestran en Dalian con su habitual traje caqui y sus gafas de sol, aunque con menos pelo que en apariciones anteriores y cojeando de la pierna izquierda por un supuesto derrame que sufrió en 2008.

Los analistas surcoreanos apuntan a que, con su viaje, Kim buscaría el apoyo económico de China para aliviar la acuciante crisis económica que atraviesa su país, agravada por el fracaso de una reforma monetaria realizada en noviembre.

Sobre la economía norcoreana pesan además de las sanciones internacionales impuestas por la ONU a raíz del ensayo nuclear que realizó en mayo del pasado año.

Los expertos tampoco descartan que Kim anuncie su retorno al diálogo internacional para el desarme nuclear norcoreano, paralizado desde diciembre de 2008, a cambio de la ayuda de Pekín.

China es el país anfitrión de las negociaciones a seis bandas para este desarme, en las que participan además EEUU, Japón, Rusia y Corea del Sur.

Asimismo, se cree que Kim buscaría el visto bueno de Pekín a su hijo menor, Kim Jong-eun, como su sucesor al frente del régimen comunista de Pyongyang, aunque no está confirmado si este último acompaña a su padre en este viaje.

Además, según los analistas, trataría de obtener el respaldo diplomático chino ante la creciente tensión con Seúl por el asunto del «Cheonan».

Kim Jong-il ha visitado China en cuatro ocasiones anteriores desde el año 2000, la última en 2006.