La conferencia de la UE y de los países de los Balcanes en Sarajevo acabó ayer menos de tres horas después de su inauguración, en medio del caos organizativo y sin resultados palpables. Las fuerzas de seguridad llegaron incluso a impedir una comparecencia ante periodistas de la alta representante para Asuntos Exteriores, Catherine Ashton, debido a las caóticas circunstancias. El encuentro no contaba con una lista de participantes ni tuvo declaración final.
En Sarajevo, la capital de Bosnia-Herzegovina, las fuertes medidas de seguridad ocasionaron un colapso casi total del tráfico. Los más de 300 periodistas acreditados se tuvieron que concentrar en un centro lejos de la sede de la conferencia. El ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, emitió un comunicado como representante de turno de la presidencia de la UE.
El texto menciona la «perspectiva europea» de los Balcanes, en referencia al posible ingreso futuro en el bloque comunitario, pero destaca que los países de la región deben impulsar aún amplias reformas de sus aparatos administrativos y judiciales, así como avanzar en la lucha contra la corrupción.