Petraeus promete a los socios de la OTAN proteger al máximo las vidas de civiles en Afganistán

La Voz BRUSELAS/AFP.

INTERNACIONAL

02 jul 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El nuevo comandante en jefe de las fuerzas internacionales en Afganistán, el general David Petraeus, afirmó ayer que mantendrá la consigna de evitar al máximo las pérdidas civiles, aunque velará para que no se aplique en detrimento de la seguridad de los militares. «No habrá revisión de las reglas» para las tropas, que «creo que son buenas», aunque «vamos a verificar que sean aplicadas correctamente», declaró el general en la sede de la OTAN en Bruselas, un día después de que el Senado de EE.?UU. lo confirmara como máximo responsable militar en Afganistán.

Petraeus, que recibió el apoyo unánime de los embajadores de los países de la OTAN, sustituirá al general McChrystal, destituido por sus críticas a la Administración Obama. «Ha habido un cambio en el mando pero no en la estrategia», señaló junto al general el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, saludando al «hombre indicado para sacar adelante la misión».

Petraeus hizo escala en Bruselas, donde además de los 28 países miembros de la OTAN fue recibido por representantes del resto de los 18 países de la ISAF, pocos días antes de embarcarse hacia el país asiático, donde se pondrá al frente de unos 119.000 militares extranjeros. «Debemos hacer todo lo posible para proteger a la población y reducir las pérdidas entre civiles inocentes», insistió, desmintiendo rumores sobre un cambio de doctrina que permitiría a las tropas de la OTAN abrir fuego en cualquier circunstancia para defenderse en caso de ataque.

La ISAF anunció ayer que la noche del miércoles mató a por lo menos 31 talibanes y capturó a uno de sus jefes locales en combates en tierra seguidos de un ataque aéreo en el sur. El enfrentamiento, que duró cuatro horas, comenzó cuando los talibanes abrieron fuego con armas livianas y lanzacohetes contra unidades de las fuerzas internacionales que se acercaban a una granja de Baghran, en la provincia de Helmand, un bastión guerrillero. Un ataque aéreo puso fin a los combates. La ISAF aseguró que ningún civil o soldado fue herido durante el choque armado.