Fariñas deja la huelga de hambre tras 135 días al conseguir que liberen a 52 presos

Isabel Sánchez LA HABANA/AFP.

INTERNACIONAL

Al menos cuatro de los cinco opositores que serán excarcelados en horas y trasladados a España están muy enfermos

09 jul 2010 . Actualizado a las 13:36 h.

El opositor cubano Guillermo Fariñas abandonó ayer una huelga de hambre que inició hace 135 días en demanda de la liberación de presos políticos, después de que el Gobierno decidiese la excarcelación de 52 prisioneros. Prácticamente al mismo tiempo, la Iglesia católica y familiares de los cinco primeros presos políticos cubanos que serán excarcelados de forma inminente ya fueron avisados por el cardenal Jaime Ortega y podrán viajar a España los próximos días con sus familias.

Los presos son Antonio Villarreal, de 60 años, condenado a 15 de prisión; Léster González, 33 años y 20 de prisión (ambos de Villa Clara); Luis Milián, 40 años y 13 de prisión (Santiago de Cuba); José Luis García, 45 años y 24 de condena (Tunas) y Pablo Pacheco, 40 años y 20 de condena, de Ciego de Avila.

Al menos cuatro de ellos son prisioneros de conciencia adoptados por Amnistía Internacional y padecen varias enfermedades contraídas en la cárcel y agravadas por su estancia en prisión.

Moralinda Paneque, madre de José Luis García, confirmó desde las Tunas que su hijo ya había sido avisado por el cardenal y que la llamó por teléfono para darle la noticia.

Otra nota del Arzobispado de La Habana informó también que otros seis reos serán reubicados en penales de sus provincias de residencia.

En cuanto a Guillermo Fariñas, fue la opositora Gisela Delgado, que estaba con él en el hospital de Santa Clara, quien aseguró que «declinó la huelga de hambre y sed desde este momento».

El periodista y psicólogo de 48 años había iniciado su ayuno el 24 de febrero -un día después de la muerte del preso opositor Orlando Zapata tras 85 días de huelga de hambre- para exigir la liberación de 25 presos políticos enfermos, por lo que el compromiso del Gobierno supera su demanda.

Encabezado por familiares de presos políticos, una treintena de opositores viajó ayer a Santa Clara, 280 kilómetros al este de La Habana, para convencerlo de levantar el ayuno, tras el compromiso del Gobierno anunciado por la Iglesia.

En un encuentro el miércoles, el presidente Raúl Castro comunicó al cardenal Jaime Ortega y al canciller español, Miguel Ángel Moratinos, que cinco presos serán liberados «en las próximas horas» y viajarán «en breve» a España y otros 47 serán excarcelados en un plazo máximo de cuatro meses y también podrán salir del país.

Fruto del diálogo

Los 52 opositores son los que quedaban presos de un grupo de 75 condenados en el 2003, y su futura excarcelación -la mayor en una década- es fruto del diálogo iniciado por Raúl Castro y Ortega el 19 de mayo, que como primer resultado dejó en junio la liberación de un preso muy enfermo, Ariel Sigler, y el traslado de otros 12 a cárceles en sus provincias.

Ayer, los diarios Granma y Juventud Rebelde reconocían implícitamente la existencia de oposición al régimen con la publicación de una nota del arzobispado que anunciaba las liberaciones. Algo inédito. Incluso no había comentarios sobre su filiación contrarrevolucionaria ni su dependencia del dinero estadounidense.