Tan solo un 24 por ciento de los franceses apuestan por su reelección
24 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.La nueva política de seguridad de Nicolas Sarkozy -que buscaba en parte hacer olvidar el escándalo L'Oreal- no solo no ha tenido el efecto deseado, ya que el presidente sigue en su nivel más bajo de popularidad, sino que le ha abierto un nuevo frente: la Iglesia católica.
En vísperas de la vuelta de vacaciones, que se anuncia difícil para el Gobierno francés con la impopular reforma de las jubilaciones, la expulsión de gitanos y la amenaza de quitar la nacionalidad francesa a los criminales de origen extranjero no fortalecen a Sarkozy, que sigue muy bajo en los sondeos, a dos años de las presidenciales Tan solo un 24% de los encuestados apuesta por su reelección.
«Hay una mancha de vergüenza en nuestra bandera», escribió en el diario Le Monde el ex primer ministro Dominique de Villepin, enemigo jurado del presidentes francés, en reacción a la expulsión de gitanos hacia Bulgaria y Rumanía. Ante «el rostro irreconocible de la patria de los derechos humanos», Villepin, que desea ser candidato a las presidenciales del 2012, denuncia «una falta moral» y llama a «un deber de rechazo» ante una «desviación inaceptable».
Recuperar la unidad
En el mismo periódico, la diputada europea y ex ministra de Justicia Rachida Dati, icono del inicio del mandato de Sarkozy que luego cayó en desgracia, preconiza «recuperar» la unidad perdida «en los valores de la República», recordando que «para los hijos de la inmigración -entre los cuales se encuentra- la igualdad es el vector y la finalidad de la integración lograda». Otro ex primer ministro, el socialista Lionel Jospin, habla de una «estrategia de tensión» que es «peligrosa para el país».
Los sondeos ofrecen un Sarkozy estancado en la cuota de aprobación de entre 34% y 36%. «Todo eso para esto», resumió el politólogo Jean-Luc Parodi. «El tiro fue demasiado fuerte y evidentemente mal ajustado».
Nicolas Sarkozy «sube siete puntos entre los simpatizantes del Frente Nacional (extrema derecha)», dos puntos en su partido (UMP), pero su política de expulsión de gitanos es reprobada por la mayoría de los encuestados.
Una encuesta publicada ayer por el diario Libération coloca a Nicolas Sarkozy en cuarta posición, por detrás de tres socialistas, como personalidad preferida para que se convierta en el próximo presidente de la República. Con un 24% de los encuestados que desean verlo en la jefatura del Estado en el 2012, Sarkozy se sitúa detrás del director del FMI Dominique Strauss-Khan (44%), la secretaria del PS Martine Aubry (31%) y su antecesora Ségolène Royal (25%).