La medida, aprobada por el Gobierno, es calificada de racista por la minoría árabe del país
11 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.El Gobierno israelí, controlado por la derecha, aprobó ayer un controvertido proyecto de enmienda legislativa que obliga a los candidatos a la ciudadanía israelí, sea cual fuere su religión, a jurar fidelidad al «Estado judío y democrático de Israel».
La medida es calificada de «racista» por la minoría árabe de Israel, pero podría contribuir a aplacar a los ministros más radicales del Ejecutivo ante una eventual decisión de extender la moratoria sobre la construcción en los asentamientos en Cisjordania, una medida clave para salvar las negociaciones de paz con los palestinos.
Según un comunicado del gabinete del primer ministro Benjamin Netanyahu, 22 ministros aprobaron la enmienda y ocho votaron en contra, entre ellos los cinco laboristas.
El ministro laborista de Defensa, Ehud Barak, había autorizado a los de su partido (centroizquierda), que son 5 de un total de 30, «a votar según su conciencia». Tres ministros del Likud, el partido de Netanyahu, también desaprobaron el texto: Benny Begin (sin cartera), Michael Eytan (Servicios Públicos) y Dan Meridor (Inteligencia).
El titular laborista de Asuntos Sociales, Yitzhak Herzog, había advertido contra la «fetidez a fascismo» poco antes de la reunión del Gobierno para votar el proyecto de ley.
Para convertirse en ley, el proyecto de ley debe ser objeto de tres lecturas por la Knesset (Parlamento), donde el Gobierno de Netanyahu cuenta con una mayoría aplastante de 74 de los 120 escaños.
Por su parte, el ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, abogó ayer en Jerusalén por «buscar vías» para que se mantenga el diálogo de paz iniciado el pasado 2 de septiembre por israelíes y palestinos.
Moratinos hizo esta afirmación antes de reunirse con el titular israelí de Defensa, Ehud Barak, junto con el jefe de la diplomacia francesa, Bernard Kouchner, con quien efectúa esta gira por Oriente Medio.