Obama, a favor de que la India sea miembro permanente del Consejo de Seguridad
INTERNACIONAL
El presidente de EE.?UU., Barack Obama, apoyó ayer una reforma del Consejo de Seguridad de la ONU que incluya como miembro permanente a la India, país al que pidió que ejerza un papel de liderazgo en Asia. La mención tuvo lugar en un discurso de 45 minutos que pronunció ante los miembros de las dos Cámaras que forman el Parlamento de la India, y fue respondida por fuertes aplausos de los asistentes.
La India, que se dispone a ocupar un asiento no permanente en el Consejo, ha demandado con insistencia su reforma, aunque ayer Obama, tras respaldar la petición, pidió al país mayor implicación en la defensa de los derechos humanos. «Cuando son suprimidos movimientos democráticos pacíficos, como en Birmania, las democracias del mundo no pueden quedarse en silencio», dijo. «Si puedo ser franco, en los foros internacionales la India evitó a menudo esos temas», insistió.
En su intervención, Obama repasó los logros de su visita y buscó ganarse las simpatías de la audiencia con varias referencias a Mahatma Gandhi, del que dijo que sin su influencia no habría llegado a la Casa Blanca, la invención india del número cero y la diversidad del subcontinente, país al que calificó como un socio indispensable y al que antes se había referido como potencia mundial. El presidente dedicó una parte sustancial de su intervención a los valores compartidos de la «más vieja» y la «mayor» democracia del planeta, y apostó por una asociación estratégica que redunde en beneficio del mundo.
«La India no es la única potencia emergente en el mundo, pero la relación entre nosotros es única, porque somos dos países poderosos cuyas Constituciones contienen casi las mismas palabras», afirmó Obama entre aplausos. Tres son los frentes en los que ambos países pueden cooperar, se explayó.
El primero incluye la colaboración en materia de transferencias de alta tecnología, defensa, la industria aeroespacial, la cooperación nuclear civil, la agricultura, la sanidad o la educación, con vistas a crear «miles de empleos» en ambos países. En el segundo eje, Obama se refirió al terrorismo y a la inestabilidad en el sur de Asia: apostó por una mayor implicación india en Afganistán y por la reanudación del diálogo entre las autoridades indias y paquistaníes.
EE.UU. se ha visto obligado a mantener un delicado equilibrio entre sus ansias por cortejar a la pujante India sin que su relación creciente soliviante a Pakistán, tradicional rival de esta y país clave para solucionar el conflicto en Afganistán.
Ante las Cámaras indias, Obama aseguró que la estrategia para derrotar a Al Qaida debe triunfar a ambos lados de la frontera afgano-paquistaní. De ahí, argumentó, que EE.?UU. tenga que trabajar con Pakistán «para afrontar la amenaza de las redes terroristas». Con todo, garantizó: «Seguiremos insistiendo a los líderes de Pakistán en que los santuarios terroristas en sus fronteras son inaceptables, y que los terroristas que planearon el ataque de Bombay sean llevados ante la justicia», dijo durante el discurso televisado.
La espinosa Cachemira
Con anterioridad, en una rueda de prensa con el primer ministro indio, Manmoham Singh, Obama dijo que Washington está dispuesto a desempeñar cualquier papel que la India y Pakistán consideren apropiado para resolver la disputa por Cachemira y confió en que las dos potencias rivales reanudarán el diálogo bilateral en suspenso. Obama expresó su esperanza de que Delhi e Islamabad podrán «encontrar mecanismos los próximos meses o años» para resolver sus disputas, entre ellas la de Cachemira. «EE.?UU. no puede imponer una solución a este problema», reiteró.
La India ha rechazado hasta ahora cualquier mediación internacional en Cachemira, un territorio que ambos países se disputan desde su independencia en 1947 y que ha llevado a dos guerras entre ambos.
Especialistas de política exterior estiman que EE.?UU. apoya a la India en el terreno diplomático por considerarla un contrapeso a una China cada vez más poderosa. A su juicio, las palabras de Obama van a ser analizadas atentamente en otras capitales de Asia, en particular en Pekín, que sopesa las implicaciones geopolíticas de EE.?UU. en la India antes de las conversaciones entre los presidentes Obama y Hu Jintao esta semana.