Estados Unidos, el Reino Unido y Alemania condenan un proceso sospechoso de tener motivaciones políticas. El ex empresario petrolero fue declarado culpable de robo y blanqueo de dinero
28 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Se ha vuelto a demostrar que el primer ministro Vladimir Putin controla los hilos de todo lo que pasa en Rusia, incluyendo las decisiones judiciales. El pasado día 16, en otro de sus baños televisivos de masas, Putin marcó el camino que debía tomar Víktor Danilkin, juez del tribunal del distrito moscovita de Jamóvniki. Este no defraudó las expectativas del hombre fuerte de Rusia y declaró ayer culpables de robo y blanqueo de dinero al ex presidente de la petrolera Yukos, Mijaíl Jodorkovski, y a su socio Platón Lebedev. La Justicia rusa vuelve a estar en el ojo del huracán, tras este proceso criticado por Estados Unidos, Alemania, el Reino Unido, la Unión Europea y Amnistía Internacional.
Jodorkovski escuchó sin inmutarse la sentencia del juez, que considera probado que él y su socio robaron 218 millones de toneladas de crudo entre 1999 y el 2003 y blanquearon 23.500 millones de dólares conseguidos con su venta. En el exterior del tribunal, cientos de manifestantes exigieron su absolución. «¡Libertad para los presos políticos! ¡Rusia sin Putin!», coreaban algunos simpatizantes. Veinte manifestantes fueron detenidos.
Jodorkovski y Lebedev, encarcelados desde el 2003, cumplen ya una condena de ocho años por estafa a gran escala y evasión de impuestos y debían salir de la cárcel el próximo año. La sentencia se conocerá en unos días. La Fiscalía pide 14 años de prisión. Parece evidente que seguirán en prisión en el 2012, año de elecciones presidenciales.
Apelación
La defensa declaró que apelará la sentencia y exigió la intervención del jefe del Estado ruso. «Es una decisión injusta, la de un tribunal bajo órdenes. Es una vergüenza para el país», dijo el abogado defensor Vadim Kliuvgant.
Para la secretaria de Estado de EE.?UU., Hillary Clinton, el Estado de derecho ruso ha quedado «eclipsado por cuestiones políticas», lo que supone para el país un impacto negativo en materia de derechos humanos y del mejoramiento del clima de negocios. «La manera como el proceso se llevó a cabo es dudoso y [representa] un paso atrás en el camino a la modernización del país», señaló el ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle. A su vez, la cancillería británica señaló que Rusia necesita un sistema judicial «independiente del Gobierno». La UE llamó a Moscú a respetar los derechos humanos, y, según Amnistía Internacional, el fallo muestra «lo lejos que está Rusia de ser un Estado de derecho».