Los palestinos prometen desmontar «las mentiras» de Al Yazira

Ramala / DPA

INTERNACIONAL

Publicarán documentos para probar que las filtraciones de la cadena catarí Al Yazira son «mentiras, vergonzosas y sediciosas».

26 ene 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El jefe negociador palestino, Saeb Erekat, afirmó ayer que publicará todos los documentos de su Departamento de Negociación para probar que las filtraciones de la cadena catarí Al Yazira son «mentiras, vergonzosas y sediciosas».

Erekat hizo estas declaraciones después de que se publicasen ayer nuevos documentos del llamado Wikileaks palestino en los que se dan detalles sobre negociaciones relativas al derecho de retorno de los refugiados palestinos. Según uno de los documentos que recoge la reunión del 15 de enero del 2010, Erekat informa al diplomático estadounidense David Hale de que aceptaría el retorno de «un número simbólico» de refugiados.

En el 2008 el entonces primer ministro de Israel, Ehud Olmert, lanzó una oferta según la cual su Gobierno permitiría el retorno de mil refugiados al año durante cinco años. El número total de refugiados oscila entre los cinco y seis millones.

El presidente palestino, Mahmud Abás, regresó ayer a Ramala tras su viaje a Egipto y afirmó ante miles de palestinos que lo esperaban en la sede presidencial, la Mukata, que «no tiene nada que esconder» y que demostrará que las filtraciones de Al Yazira son una falsificación.

Analistas y antiguos miembros del Gobierno palestino coincidían ayer en que la filtración de 1.600 documentos secretos sobre las negociaciones de paz de los últimos diez años aumenta la presión sobre el Gobierno de Abás.

Reconocimiento

Perú reconoció el lunes a Palestina como «Estado libre y soberano», en línea con lo hecho en las últimas semanas por la mayoría de los países sudamericanos, liderados por Brasil, mientras Irlanda anunció ayer que ha elevado a misión diplomática el rango de la representación palestina en Dublín, a imagen de España, Francia y Portugal.

Un portavoz del Gobierno de Israel reaccionó a estos anuncios diciendo que son gestos «insignificantes en la práctica y destructivos» para las negociaciones de paz con los palestinos.