No solo tres mujeres juezas podrían acabar con la carrera política de Silvio Berlusconi. Hay otra que podría arrebatarle el poder. Es Rosy Bindi, presidenta del Partido Democrático, la principal fuerza de la oposición. La idea de proponerla como candidata de unión de la oposición ha sido de Nichi Vendola, presidente de la Apulia y uno de los líderes políticos italianos mejor valorados.
Ya el pasado sábado, durante la fiesta de cumpleaños de Bindi, el ex jefe del Gobierno italiano Romano Prodi le expresó su apoyo con un «que llegues a la presidencia del Gobierno. Eres la persona justa».
Dos pesos fuertes de la oposición parecen haberse fijado en ella. Ahora falta conocer la opinión de los dirigentes del Partido Democrático, cuyo secretario general, Pier Luigi Bersani, también tiene aspiraciones de ser el contrincante de Berlusconi en unas futuras elecciones, aunque las luchas internas siempre han caracterizado a este partido desde su nacimiento.
Para Massimo D?Alema, promotor de la gran alianza de todas las fuerzas de la oposición, desde la derecha de Gianfranco Fini hasta la izquierda radical de Vendola, «el candidato debe ser concordado y no impuesto». Entretanto, Rosy Bindi responde diplomática: «Lo de Vendola es un paso positivo porque finalmente reconoce la necesidad de una gran coalición democrática».
Con una larga carrera política, Bindi protagonizó un famoso enfrentamiento televisivo con Silvio Berlusconi cuando este le dijo: «Es usted más bella que inteligente», a lo que ella replicó: «No soy una mujer a su disposición y considero muy grave sus afirmaciones».
Procedente de las filas de Acción Católica, donde fue vicepresidenta, Bindi militó más tarde en la Democracia Cristiana. Al desaparecer este grupo, pasó al de El Olivo, de Romano Prodi, quien la nombró ministra de Sanidad en 1996. Desde ese puesto, dirigió la reforma del Servicio Sanitario Nacional. En el segundo Gobierno Prodi, en el 2006, fue ministra de Política para la Familia. La propuesta de ley que reconocía las parejas de hecho le valió críticas feroces de la derecha y del mundo católico. Desde el 2008 ocupa la vicepresidencia de la Cámara de Diputados.